Vitoria. Cerca de 90.000 estudiantes vascos comen todas las semanas en los comedores escolares. Se trata de un servicio cada vez más demandado por las familias, que por cuestiones de trabajo principalmente no pueden hacerse cargo de sus hijos al mediodía. Ello implica dejar en manos del centro de enseñanza la principal comida del día y confiar en que se les garantice una dieta saludable. Sin embargo, en los últimos tres años la calidad de los menús escolares ha empeorado. Casi uno de cada tres analizados presenta carencias nutricionales, y es que cada vez se sirve menos pescado y verdura y se recurre con mayor frecuencia a los precocinados. Así lo constata un estudio realizado por Eroski Consumer, que ha analizado durante dos semanas completas el menú diario de 209 colegios de 19 provincias españolas, también las de la Comunidad Autónoma Vasca.

Pese al empeoramiento, Álava es el territorio vasco que mejor parado sale en este estudio, que le da una nota final de "aceptable-bien", frente al "regular-aceptable" que alcanzan Bizkaia y Gipuzkoa. Por otra parte, los centros alaveses son también los que ofrecen los menús más caros. Hasta 8,2 euros pueden pagar las familias por día e hijo, dependiendo de la escuela, aunque lo normal es que no cueste más de 5,3 euros, un precio que, por otra parte, es superior a la media. En total se han analizado 418 menús escolares de centros públicos, concertados y privados de provincias como A Coruña, Alicante, Almería, Asturias, Barcelona, Cantabria, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza, además de las de la CAV. La nota media de los menús estudiados ha sido un ajustado "aceptable", por debajo del "bien" de 2008.

En Álava, diez centros (cinco de titularidad concertada y cinco públicos) remitieron los datos requeridos: dos menús semanales que incluían primer plato, segundo y postre. Según este estudio, la calidad dietética de los menús analizados es buena, aunque con algunas carencias. Por ello, se mueve entre el "aceptable" y el "bien". Aún así, ha empeorado la valoración lograda respecto a un estudio similar elaborado en 2008, en el que la calificación era de "muy bien".

A la hora de establecer los criterios dietéticos, el equipo de nutricionistas tuvo muy en cuenta las recomendaciones de la Guía de comedores escolares del programa Perseo, del Ministerio de Sanidad. Así, los menús escolares analizados debían incluir un mínimo de una vez por semana verdura, legumbre y pescado fresco o congelado no precocinado; no repetir más de dos veces en una misma semana la presencia de precocinados y dulces; y ofrecer fruta fresca, como mínimo, un par de veces a la semana.

demasiados precocinados El estudio llama la atención el uso reiterado que se hace de los precocinados. El menor coste de esta comida, su sencilla y rápida preparación y su gran aceptación entre los pequeños explican el lugar que se les conceden en los menús escolares, en ocasiones desmedida e injustificadamente. Así, se observa un exceso en algunos territorios, como en Álava, donde el 30% de los colegios recurre con demasiada frecuencia a ellos. Por el contrario, los centros alaveses han conseguido quitar de su dieta los dulces, como la bollería, las tartas, los helados o el chocolate.

Por otra parte, el 27% de los colegios que participan en el estudio ni siquiera se ajusta al criterio básico de incluir verdura una vez a la semana. No es el caso de Álava, que incluye frutas y hortalizas, al igual que Bizkaia, Madrid, y Navarra. Los menús de Barcelona por su parte sobresalen por la variedad y vistosidad de sus guarniciones vegetales, con lechuga, soja, zanahoria, calabacín, salsa de naranja y de avellana, maíz o remolacha.

Los nutricionistas recomiendan además consumir como mínimo dos raciones de legumbres a la semana, ya que aportan hidratos de carbono, proteínas, fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Pero todavía quedan menús escolares, uno de cada diez, que presciden de ellas. Los centros alaveses son valorados positivamente en este sentido. También logran el aprobado en el apartado de pescado fresco, un producto que se les suele atragantar a los más pequeños.

El informe destaca igualmente que si hace tres años los menús de los colegios concertados eran nutritivamente mejores que los de los públicos, en la actualidad estos últimos superan al resto. El 81% de los centros de la red pública aprueba el examen que les hace la revista Eroski Consumer frente al 71% de los de la red privada-concertada.