vitoria/donostia. La lluvia ha marcado en Euskadi el primer fin de semana de septiembre. Ayer y el mismo viernes, la cantidad de agua caída en diferentes puntos de la comunidad sorprendió a propios y extraños. En algunos casos, con susto incluido. Ése es el caso de los municipios situados en torno al río Oiartzun -y, en general, en la parte este de Gipuzkoa-, que estuvo cerca del desbordamiento después de que se registran chubascos que dejaron más de 80 litros por metro cuadrado. La situación, aunque se calmó por la tarde, obligó a activar un protocolo preventivo.
La Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno Vasco ya había decretado el aviso amarillo -el que se activa en principio ante un riesgo moderado, cuando no existe peligro para la población en general pero sí para alguna actividad concreta- en el País Vasco por el riesgo de que se produjeran lluvias intensas, y las predicciones no fallaron. Por ello, la alarma se volvió naranja -cuando ya hay un riesgo meteorológico importante, pero no extremo (ése en el último color, el rojo)- en la parte este de Gipuzkoa, donde los problemas se concentraron en especial en torno al río Oiartzun. A primeras horas de la mañana, el nivel del agua en este cauce crecía a un ritmo de 16 centímetros cada diez minutos. El panorama era tal que hubo que activar un protocolo preventivo por riesgo de desbordamiento.
Ese paso se dio sobre las 11.00 horas. La Dirección de Atención de Emergencias optó por esta vía para evitar daños en viviendas, locales y caseríos. No obstante, fuentes de la Ertzaintza realizaron un llamamiento a la calma al advertir de que el nivel de las aguas estaba en descenso.
los pueblos afectados En cualquier caso, en ese momento el cauce del río había superado el nivel de referencia, tras recogerse 75 litros por metro cuadrado. La situación afectó en especial a los términos municipales de Oiartzun, Errenteria y Lezo, todos ellos en Gipuzkoa. El técnico de Emergencias del Gobierno Vasco, que es la figura que coordina el protocolo, dio el aviso a la Agencia Vasca del Agua, la Diputación, SOS Deiak, la Ertzaintza y los ayuntamientos afectados.
No en vano, con motivo del incremento del cauce fluvial se produjeron algunos pequeños desbordamientos y la Ertzaintza se tuvo que trasladar a la zona de Txikierdi, en Errenteria, ante el riesgo de inundaciones en un caserío que se encuentra en las cercanías del río Oiartzun, así como a la calle Darío de Regoyos, donde la Policía Municipal desalojó varios garajes.
En Lezo, mientras, Guardia Urbana y Ertzaintza llevaron a cabo numerosas intervenciones, aunque se solventaron todos los problemas hacia las doce del mediodía, mientras que en Oiartzun los problemas se localizaron en el barrio de Ugaldetxo.
llega la calma El técnico de Emergencias que coordinaba el protocolo informó de que, hacia las 12.20 horas, comenzaba a bajar la intensidad de la lluvia y, aunque entonces aún seguía subiendo el nivel del río, la tendencia era que hubiera un descenso. Por lo tanto, sólo quedaba aguardar a nuevos análisis para proceder de forma progresiva a reducir el nivel de alerta. La esperada noticia de esa reducción del nivel del agua se confirmó ya sobre las 13.00 horas, cuando el protocolo quedó finalmente en fase de seguimiento.
La situación, por tanto, se corrigió con el mero paso de las horas, por lo que la Dirección vasca de Atención de Emergencias pudo desactivar por fin a primera hora de la tarde las alertas naranja y amarilla por precipitaciones en el este de Gipuzkoa. Para entonces, en localidades como Ereñozu se habían recogido 86,7 litros por metro cuadrado, mientras que en Oiartzun o Lasarte se habían registrado en torno a 82,5 litros. El Departamento de Interior detalló que, ya para la tarde, se esperaban precipitaciones más débiles, con tendencia a remitir con el paso de las horas.