VITORIA. La Coordinadora contra Garoña, colectivo que agrupa a diversas asociaciones ecologistas y colectivos sociales de Burgos, La Rioja y Euskadi, celebrará el próximo domingo, 11 de septiembre, una nueva marcha contra la central nuclear.

Al igual que las anteriores, esta manifestación comenzará a las 12 del mediodía desde la localidad de Barcina del Barco (Burgos) y finalizará frente a las puertas de la central para exigir su cierre inmediato y definitivo.

La central nuclear de Garoña debía haber cesado su actividad el pasado 3 de marzo de este año, según el compromiso del Gobierno, y previsiblemente mantendrá su actividad hasta el 5 de julio de 2013.

La Coordinadora ha acusado al PSOE de "incumplir" su promesa electoral de cerrar las nucleares al finalizar su vida útil y de haber "cedido a las presiones" de la grandes eléctricas al permitir el funcionamiento de la instalación "más vieja y deteriorada del parque nuclear español hasta los 42 años".

A su juicio, estos dos años que previsiblemente funcionará Garoña son "un regalo" del Gobierno socialista a las grandes eléctricas para que "aumenten sus ya abultados beneficios" y son, a su vez, "un retraso en el necesario y apremiante cambio de modelo energético".

"Mientras la derecha política alemana ha paralizado de manera inmediata y definitiva 7 de sus 17 centrales nucleares después del accidente nuclear de Fukushima, el PSOE no sólo no ha cerrado ninguna central nuclear, sino que incluso ha alargado la vida estimada de la más vieja y deteriorada", ha insistido.

Asimismo, ha reprochado al Gobierno de Rodríguez Zapatero que mientras el Ejecutivo alemán ha hecho una "fuerte apuesta" por un nuevo modelo energético "más limpio, seguro e inagotable", España "apuntala" el actual modelo energético "insostenible" y "entorpece" el desarrollo de las energías renovable.

En ese sentido, ha señalado que, fruto de estas decisiones, es la subida de la electricidad de casi un 10 por ciento al comenzar este año, "que se podría haber evitado reformando el establecimiento de precios en la subasta eléctrica, donde las empresas eléctricas obtienen beneficios caídos del cielo debido a las incongruencias regulatorias".