Recordar es vivir. Esta afamada frase le va como anillo al dedo a la Fundación Sancho el Sabio, que defiende con éxito su taller El día que tú naciste. El objetivo de esta iniciativa consiste en tratar de enseñar a los participantes a utilizar los fondos documentales de esta entidad mientras buscan detalles de su vida y de su infancia. A través de este novedoso programa, quienes se han animado a participar a lo largo de este verano que ya ultima su retirada han tenido la oportunidad de acceder a una información de marcado carácter sentimental y conocer, por ejemplo, cómo era la ciudad y la calle donde nacieron o se criaron. A su vez han podido buscar el origen de su apellido y el significado de su nombre, así como también rescatar acontecimientos ocurridos en la fecha de su onomástica.
Esta innovadora actividad, en los meses que lleva realizándose, ha llamado la atención del público. Sin embargo, y como ocurre con todo tipo de iniciativas en esta ciudad durante los meses estivales, el interés ha decaído debido a que muchos vecinos de la capital y del territorio histórico se han marchado de vacaciones. Así lo explica la jefe técnico de la Fundación, Charo Martínez. "Yo creo que el taller ha tenido una buena acogida. Está funcionando mucho el boca a boca. Al principio hubo muchas personas interesadas, pero en el mes de agosto, por las vacaciones de verano, se ha notado un vacío, pero esperamos que en septiembre la gente regrese del asueto con el gusanillo", indicó.
El día que tú naciste, auspiciada por la Obra Social de Caja Vital Kutxa, se ha desarrollado durante los meses de junio, julio y agosto y continuará durante el presente mes de septiembre. Desde el 7 de junio, todos los martes por espacio de tres horas, uno o varios bibliotecarios, dependiendo de las personas apuntadas al taller, han estado enseñando a los participantes a resolver esas interrogantes sobre su vida, a través de los fondos documentales e informáticos de Sancho el Sabio, que son los más importantes en el conjunto de la CAV, al menos, sobre cultura vasca.
Según explican portavoces cualificados de la Fundación, el propósito de este taller es abrir esta institución a usos diferentes respecto a la investigación tradicional. La intención también pasa por dar cabida a nuevos colectivos utilizando la documentación para ilustrar la memoria y así demostrar que los recuerdos no tienen que permanecer en el olvido, sino que pueden convertirse en un tema jovial, atractivo y útil.
pasos a seguir Para descubrir su origen los participantes tienen que seguir una dinámica que de forma entretenida revive ese pasado cercano. Lo primero es buscar el significado de su nombre y comprobar si existe en euskera, así como el origen de su apellido. Luego, la iniciativa obliga a encontrar tres acontecimientos ocurridos en la fecha del nacimiento del interesado, elegir uno de ellos y comentarlo con posterioridad. Interrogantes como "¿cómo era la ciudad y la calle en la que naciste y creciste?" adquieren sentido entre los muros de la Fundación en su ubicación de Betoño. Ante tales dudas, los participantes se arman con la historia que pueden encontrar en los fondos documentales para lograr respuestas que incluyen efemérides e, incluso, fotografías.
Pero esto no termina ahí. También tienen que encontrar tres personajes (políticos, actores o deportistas, por ejemplo) con los que se comparta el año de nacimiento y escoger los sucesos más destacados de las biografías de los elegidos. En este caso, se elegirá uno para describir los hechos más importantes de su vida. Asimismo, tendrá que localizar un evento deportivo que tuviera lugar en ese ejercicio. El último paso a dar, pero no el menos importante, consiste en encontrar los títulos de tres películas o series de televisión, tres canciones y tres libros que fueran editados en el año del natalicio del participante en esta actividad.
Para facilitar la búsqueda de estos datos, la entidad cultural dispone de una serie de recursos que están a disposición de los asistentes. Entre ellos se encuentran las hemerotecas de diarios como el Heraldo y el Pensamiento alavés, fonotecas para buscar fotos por el nombre de la calle, barrio o monumento. Además, revistas entre las que se destacan la Vida vasca, Gasteiz, Celedón, Boletín Municipal de Vitoria, Vesa y Fin de año. En el caso de los libros, cada uno de los participantes podrá consultar textos como Calles vitorianas, de Venancio del Val, los diccionarios de nombres de personas, como son Euskal izendegia e Izendegia, y el diccionario de apellidos españoles. Asimismo, se puede acceder a datos de enciclopedias y diccionarios de heráldica, genealogía y onomástica hispanoamericanos.
La informática también se emplea como recurso para buscar estos documentos. De hecho, por medio del uso de Internet, el usuario puede encontrar catálogos en línea de archivos familiares, fotografías de los fondos de la Fundación y catálogos bibliográficos. A su vez, mediante la Red se tiene acceso a archivos diocesanos para la localización de partidas de bautismo, matrimonio y defunción. Además, el participante en el taller tiene la oportunidad de realizar el árbol genealógico de su familia para conocer quiénes fueron sus antepasados. Los juegos también tienen cabida. Estos transportan al participante a los comercios e industrias de Vitoria en los años treinta para observar una serie de ilustraciones de una revista de la época y descubrir así los comercios que todavía existen.
Los talleres están dirigidos a grupos de un máximo de 10 personas, y continuarán todos los martes del mes de septiembre en horario de 10.30 a 13.30 horas en la Fundación. Para participar el interesado soló tiene que apuntarse por teléfono o mediante el correo electrónico de esta institución.