vitoria. Las bandas llegadas del este de Europa que se dedican al saqueo de propiedades privadas no se toman vacaciones. Basta con repasar los acontecimientos acaecidos en las últimas semanas para constatar que se encuentran totalmente operativas dentro de Álava. La última evidencia de ello tuvo lugar el pasado lunes, cuando el personal de una empresa de hierros establecida en Miñano Mayor se llevó el susto de su vida al descubrir un cadáver en el suelo de la nave industrial en la que trabajan. El fallecido, de 44 años y nacionalidad rumana, vestía guantes y un pañuelo negro que le tapaba parcialmente la cara. Había entrado al recinto para robar, pero se le torcieron los planes. Accedió desde el techo, para lo cual practicó un agujero en la uralita, y al tratar de descender perdió el control, con lo que se precipitó violentamente contra el suelo. Sus cómplices realizaron un segundo butrón en una de las paredes para acceder hasta él y ayudarle, pero, al parecer, huyeron cuando comprobaron que había muerto.
No es el único caso que da fe de las andanzas de estos grupos por el norte del Estado durante el verano. El pasado 22 de julio, la Policía Nacional informaba del arresto de nueve personas originarias de diversos países del este de Europa por su pertenencia a una banda que había desvalijado 26 domicilios en la comarca de Pamplona durante los Sanfermines. En total, los agentes capturaron a seis moldavos, uno de ellos menor de edad, dos ucranianos y un bielorruso, todos ellos dedicados exclusivamente a la comisión de delitos. A resultas de las detenciones, se registraron dos viviendas en la capital navarra y en las mismas se hallaron numerosas joyas, dinero en efectivo y dispositivos electrónicos e informáticos.
También en el norte, aunque esta vez en Cantabria, la Policía Nacional le sigue la pista a otra banda del este de Europa que a finales del pasado julio asaltó tres empresas radicadas en el polígono industrial de El Campón, situado en la localidad cántabra de Peñacastillo. De una de ellas, dedicada a la fabricación de muebles, se llevaron 22.000 euros y de la segunda, un concesionario de coches, salieron con 25.000 euros en metálico. Por el momento se desconoce el montante del botín logrado por los ladrones en su tercer golpe.
La Jefatura Superior de la Policía Nacional en Cantabria informó nada más cometerse los asaltos que los mismos se atribuían a una banda compuesta por alrededor de media docena de personas. Como es habitual en estos casos, su modus operandi consistió en acceder al interior de las naves a través de butrones abiertos en los tejados. Una práctica que, como ya ha quedado demostrado en el caso de Miñano Mayor, no está exenta de peligro. Por último, en el mes de junio la Guardia Civil desarticuló en la provincia de Burgos otra banda de ciudadanos del este de Europa durante la operación denominada Voltaje-Cid. Se detuvo a seis personas por su presunta participación en 38 atracos en viviendas de Castilla y León.