vitoria. El personal de la empresa Hierros Miñano se sobresaltó anteayer a primera hora de la mañana con un hallazgo tétrico, propio de una novela negra. Cuando, como un lunes cualquiera, los trabajadores se disponían a acceder al recinto ubicado en Miñano Mayor para iniciar su jornada laboral apenas tardaron unos segundos en comprobar que algo no iba bien. La razón, un gran agujero realizado en una de las paredes del pabellón que apuntaba hacia la comisión de un robo. No obstante, ese susto inicial pronto quedó reducido a la mínima expresión cuando decidieron entrar al interior para descubrir las consecuencias de la supuesta fechoría. Sobre el suelo, inmóvil, yacía el cuerpo de una persona que parecía fallecida, vestida con guantes y un pañuelo de color negro que se utiliza como pasamontañas.

El reloj marcaba las 7.00 horas cuando el encargado de la empresa dio aviso a la Ertzaintza, que movilizó a varias patrullas y a una ambulancia medicalizada. Los servicios sanitarios sólo pudieron certificar la muerte, según confirmó ayer el Departamento vasco de Interior. Los agentes, tras llevar a cabo las primeras investigaciones, lograron dar con la identidad del sujeto. Se trataba de un varón de 44 años, de nacionalidad rumana, y con antecedentes policiales por robos en otros polígonos industriales del territorio alavés.

El puzle de evidencias completado por la Ertzaintza durante las últimas horas apunta a que el hombre, ayudado por varios cómplices, intentó acceder al interior de la empresa dedicada a la comercialización de tubos y chapas a través del tejado con la intención de robar. Otro gran agujero realizado en el techo del pabellón, de uralita, apunta hacia esta dirección.

Según los primeros indicios, el presunto ladrón se precipitó violentamente contra el suelo a través del hueco que había realizado y quedó muy malherido debido a la considerable altura. Incluso pudo fallecer en el acto, aunque será la autopsia la que determine este extremo. También lo hará con la hora exacta del fallecimiento, difícil de saber a priori porque la empresa cierra sus puertas durante el fin de semana y abre el abanico de posibilidades a numerosas franjas horarias.

La Ertzaintza sí da prácticamente por hecho que, tras sufrir el accidente, los compinches del supuesto delincuente intentaron socorrerle realizando el agujero de la pared por el método del butrón, aunque al parecer lo abandonaron allí tras comprobar que había fallecido sin sustraer nada del interior de la empresa y huyeron con rapidez. En su registro, la Ertzaintza también descubrió que el muerto portaba una mochila con dos linternas y un gorro de lana.

al consulado El cadáver fue trasladado al Servicio de Patología Forense de Gasteiz, donde se le realizó la autopsia, al tiempo que la Ertzaintza ha realizado varias gestiones para tratar de localizar a algún familiar del fallecido. Según informó ayer Interior, esto no ha sido todavía posible, por lo que la Policía autonómica recurrirá al Consulado rumano.

La Ertzaintza prosigue sus investigaciones para esclarecer todos los pormenores de lo sucedido e identificar y arrestar a las personas que también participaron en el intento de robo. Mientras tanto, la dirección de la empresa prefirió no emitir ayer ningún tipo de valoración sobre lo sucedido.