labastida/vitoria. El Ayuntamiento de Labastida envió un telegrama de condolencia a la familia nada más conocerse la noticia. M.A.I., una niña de tan sólo 12 años, falleció el sábado por la tarde tras golpearse la cabeza en un trágico accidente. Como otras tantas veces, descendía pedaleando la pronunciada cuesta del camino situado entre el Arco y el Machimbrao, pero en esta ocsión perdió el control de la bicicleta y se fue al suelo. La mala fortuna quiso que se golpeara violentamente la cabeza y ya no recobró el sentido. Perdería definitivamente la vida horas después en el Hospital Santiago, ya trasladada a Vitoria. Hoy, en la localidad vizcaína de Durango donde residía la pequeña junto a sus padres y donde se celebra el funeral, un ramo de flores enviado por el Consistorio de Labastida da cuenta del dolor colectivo de un municipio golpeado por la fatalidad.

Los veraneantes de Labastida, así como los muchos jóvenes que coinciden durante estas fechas en esta localidad de Rioja Alavesa, se quedaron impresionados al conocer el trágico accidente ocurrido en pleno casco de la villa y que provocó la muerte de una niña, vecina de Durango, pero que acudía con frecuencia a veranear y fines de semana acompañando a su familia. La menor circulaba con una amiga, ambas en bicicleta, por el camino del Machimbrao, una zona que tiene una fuerte inclinación y que conduce a la ermita del Cristo, donde el terreno se equilibra en una pequeña planicie. Posiblemente a causa de alguna piedra, de algún pequeño bache o rodada, la pequeña perdió el equilibrio y cayó al suelo, donde se golpeó en la cabeza, quedando tendida en la calzada.

Ante los gritos de su acompañante, las personas que se encontraban en las proximidades se acercaron para tratar de auxiliarla, mientras llegaban los servicios de emergencia, que lo hicieron muy rápidamente. Allí mismo practicaron sucesivamente las pertinentes maniobras de recuperación con la intención de reanimarla, o al menos estabilizarla, lo que consiguieron después de cerca de dos horas de intenso esfuerzo. Evacuada al Hospital Santiago de Vitoria, llegó en estado de coma, y así fue ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde falleció a las pocas horas a consecuencia de las graves heridas.

muy conocidos La pequeña era hija única de un matrimonio de Eibar, aunque residía desde hacía mucho tiempo en Durango, donde regenta un comercio dedicado a la venta de electrodomésticos. En esa localidad es donde se celebrará esta tarde, en la iglesia de Santa María de Uribarri, el funeral, al que acudirán numerosas personas, ya que sus padres son muy conocidos.

En Labastida, aunque el alcalde estaba de vacaciones, se han enviado telegramas de condolencia y el propio Ignacio Gil tiene previsto realizar algún gesto municipal, cuando regrese, que será previsiblemente hoy, para mostrar su solidaridad con los padres y abuelos. En las calles el dolor ayer era evidente, sobre todo entre las personas que estuvieron en el lugar del suceso y que se vieron "impotentes para salvar la vida de la niña". "Los sanitarios hicieron cuanto pudieron, pero ella había perdido mucha sangre. Mi marido y yo no hemos podido dormir recordando esa imagen", comentaba ayer una vecina de la localidad testigo de la tragedia.

Desde hacía muchos veranos, los padres de M.A.I. aprovechaban las vacaciones para retirarse a descansar a la localidad alavesa, donde ambos se conocieron. El municipio, que en verano bulle de actividad turística, es surcado continuamente durante estos días por niños, jóvenes y mayores que no dejan pasar la ocasión que les brinda el buen tiempo para subirse a la bicicleta y pedalear durante un rato. En Labastida, ayer no se hablaba de otra cosa más que del desgraciado accidente. La familia de la pequeña era muy conocida y todos lamentaban profundamente su pérdida. Explicaban que en el lugar en el que tuvo lugar el incidente el suelo se encuentra muy inclinado y que el golpe fue muy violento.

El fallecimiento de la menor constituye el segundo accidente mortal registrado durante el pasado fin de semana en el territorio histórico. El mismo sábado, alrededor de las 5.00 horas, un joven de 19 años perdía la vida en Rivabellosa al caer desde una altura de ocho metros tras haber escalado a una torre eléctrica de alta tensión y sufrir una fuerte descarga.