Nueva York. La ciudad de Nueva York respiraba ayer aliviada después de que Irene pasara por ella convertida ya en una tormenta tropical que, pese a llegar con fuertes vientos y dejar contundentes precipitaciones y numerosas inundaciones, no provocó ninguna víctima mortal ni heridos de gravedad en la Gran Manzana. "Lo peor ha pasado", sentenció el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, en su primera comparecencia de ayer, en la que reconoció que lo peor que Irene ha causado son inundaciones en los cinco barrios de la ciudad, aunque es "todavía muy pronto" para evaluar daños concretos.

Bloomberg lamentó "las graves consecuencias" de esas inundaciones, así como la caída de cientos de árboles y los cortes del suministro de electricidad que se han producido en numerosos puntos de la ciudad, aunque se declaró "aliviado y agradecido" por que el temporal no haya dejado "ningún muerto, ni ningún herido". "Como anticipamos, Irene ha dejado numerosas inundaciones en los cinco barrios de la ciudad y ahora esperamos que, con las horas de marea baja, las zonas inundadas se recuperen", indicó el alcalde, quien detalló que una de las áreas más afectadas fue el Bajo Manhattan, donde las aguas del Hudson y el East River rebasaron las contenciones e inundaron las calles.

Igualmente habló de considerables inundaciones en Staten Island, donde ayer se rescataron a 64 personas amenazadas por la crecida del agua, así como de desperfectos en playas de esa misma zona, de Brooklyn -donde una de sus autopistas estaba inundada- y de Queens, además del Bronx, "donde hay playas y parques cubiertos de agua".

Los efectos más visibles de Irene estaban en las calles y parques de la Gran Manzana, donde fueron miles los árboles que cayeron como consecuencia de los fuertes vientos y el agua, y que bloqueaban algunas de las vías de la ciudad, además de haber provocado daños en numerosos vehículos estacionados.

"Manténgase alejados de las zonas inundadas", insistió el alcalde, que reconoció que la ciudad ha quedado "en bastante buena forma" tras Irene debido "a las medidas tomadas con antelación" que fueron drásticas -como la evacuación obligatoria y las suspensión del transporte público- y que muchos se preguntaban hoy si no fueron demasiado duras.

"La seguridad es lo primero", aseveró Bloomberg, quien indicó que ahora los esfuerzos se centran en lograr la puesta en marcha de los servicios de autobuses, trenes y el metro para facilitar el regreso de los evacuados a sus hogares; el alcalde previamente anunció el levantamiento de la orden de evacuación obligatoria.

REGRESO El alcalde señaló que la ciudad había colocado una veintena de autobuses para llevar a los evacuados a sus zonas de procedencia, aunque pidió paciencia a quienes se vieron obligados a abandonar sus casas, así como al resto de ciudadanos.

Precisamente será la red de autobuses la primera en volver a funcionar, según explicó en esa misma conferencia Jay Walder, presidente y consejero delegado de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA). El alcalde, que confirmó que los mercados bursátiles abrirán la semana con normalidad, tampoco ofreció detalles más concretos de la puesta en marcha del servicio de metro y reconoció que "llegar al trabajo el lunes (hoy para el lector) será algo bien difícil".

Haciendo balance, y pese a no provocar los devastadores daños previstos en Nueva York, Irene ha dejado a su paso por la costa Este de Estados Unidos al menos catorce muertos en los estados de Connecticut, Carolina del Norte, Florida, Nueva Jersey y Virginia, 4,5 millones de personas sin electricidad y fuertes inundaciones. Además se teme que se registren nuevas inundaciones durante los próximos días, debido a que las fuertes lluvias han acrecentado el cauce de numerosos ríos.