vitoria. La celeridad de la actuación de los Bomberos de la capital alavesa evitó males mayores. Se había declarado un incendio en las inmediaciones del bosque de Lasarte -el cuarto en la misma zona en apenas unas semanas- y tres vehículos del retén gasteiztarra se apresuraron en llegar hasta las llamas cuando el reloj aún no marcaba las 15.30 horas. Una llamada había alertado a la central de Aguirrelanda apenas unos minutos antes. Un tanque, una autobomba y dos vehículos del servicio de Montes surcaron a toda velocidad las principales arterias de la capital para llegar hasta el foco de un fuego que comenzó, presumiblemente, por causas intencionadas. El trabajo a destajo de los profesionales pudo domar la fuerza de las llamas en apenas una hora. Y eso pese a que la persistencia del viento anunciaba problemas. Pese a todo, solo hubo que lamentar tres hectáreas de robles quejigos calcinadas.

provocado Aquello olía a quemado. No en vano, los Bomberos con la de ayer ya se han presentado cuatro veces para sofocar un incendio en la misma zona del concejo de Lasarte, ubicado a escasos kilómetros de la zona de Armentia y de Salvatierrabide. Fuentes del servicio de extinción de incendios consultadas por este diario no dudaban del origen de las llamas. No hay chispa que aparezca cuatro veces en el mismo lugar. Así que, una vez sofocado el fuego, los investigadores iniciaron su trabajo para tratar de poner a buen recaudo al autor o autores de los últimos incendios.

"Provocado", señalaron sin asomo de duda los integrantes del retén a pie de incendio. "Las llamas no siempre surgen en el mismo punto exacto. Unas veces lo hacen más arriba, otras más abajo... pero siempre dentro de la misma zona", añadían para reforzar su tesis.

Mientras se realizaba esta evaluación preliminar, el resto de la brigada se afanaba en extinguir los rescoldos que aún brillaban rojizos bajo el suelo ennegrecido. El terreno calcinado, justo al otro lado de la pista en la que se encuentra la finca Villa Aurora, apenas dista un par de cientos de metros de la última vivienda de Lasarte, de manera que era necesario extremar las precauciones.

"El fuego ha quedado dominado en cuestión de una hora, pero ahora nos vamos a quedar un buen rato trabajando por aquí para asegurarnos de que no queda ni una sola chispa que pueda reavivar las llamas. Esta zona está rodeada de campos de cereal y si alguna llega hasta allí y prende, con la temperatura tan elevada que tenemos puede provocar un nuevo incidente y nos veríamos obligados a regresar", explicaban los responsables. Las mangueras y las bombas de agua no descansaban, mientras tanto, ni un minuto.