LONDRES. Durante más de 120 años policías, criminólogos y escritores de novelas de suspense han tratado de averiguar la verdadera identidad de Jack el Destripador, seudónimo del asesino en serie más conocido de la historia. La última aportación en este campo procede del grafólogo José Luis Abad y Benítez, quien asegura que bajo la misteriosa figura se ocultaba el inspector de Scotland Yard Frederick George Abberline.
En el libro Jack el Destripador. El asesino más inteligente de la historia, Abad explica cómo ha llegado a esta conclusión tras analizar la letra de cartas escritas por el inspector. También ha analizado la letra de las memorias del inspector y del diario que se atribuye a un algodonero de la ciudad inglesa de Liverpool pero que a juicio del autor de este libro es obra de Abberline.
Con esta nueva investigación en torno al asesino en serie que sembró el terror en el distrito londinense de Whitechapel, el nombre del inspector Frederick George Abberline se suma a la larga lista de sospechosos -algunos oficiales y otros fruto de la imaginación popular- que nutren libros, películas, obras de teatro y hasta videojuegos que tienen al misterioso Jack como protagonista.
en 1888 Los siete asesinatos que se atribuyen a Jack el Destripador se cometieron durante diez semanas del otoño de 1888 y las víctimas eran prostitutas a las que mutilaba, sobre todo a la última, Mary Jane Kelly. Debido a que los homicidios jamás fueron resueltos y a que recibieron una amplia cobertura por parte de la prensa de la época, las leyendas en torno a ellos se convirtieron en una combinación de investigación histórica genuina, folclórica, y pseudohistórica. Desde entonces, se tiene constancia de más de un centenar de teorías sobre la identidad del Destripador.
En una entrevista concedida a Efe, el grafólogo José Luis Abad, de 84 años, indica que es imposible saber cuántos asesinatos cometió Jack el Destripador y destaca que el inspector Frederick George Abberline, que falleció con 86 años, era muy inteligente. La firma de Abberline en sus memorias fue lo que llevó a José Luis Abad a la conclusión de que era Jack el Destripador, tras contrastarla con la letra del diario que se atribuye al algodonero de Liverpool, y en el que aparece en 24 ocasiones el nombre del inspector de Scotland Yard. José Luis Abad concluyó el libro en 2005 y ha resumido mucho los datos que tiene porque de lo contrario cree que no tendría tiempo de terminarlo y no quiere llevarse el secreto a la tumba.
El inspector Frederick George Abberline participó en las investigaciones sobre los crímenes de Jack el Destripador, ya que junto a los agentes Henry Moore y Walter Andrews, fue enviado desde la Oficina Central de Scotland Yard para prestar ayuda al Departamento de Investigación Criminal de la Policía Metropolitana de Whitechapel. A juicio de José Luis Abad, la motivación para cometer los crímenes del que considera el verdadero Jack, era asesinar a su madre en el cuerpo de las prostitutas, pues indica que este hombre era hijo ilegítimo de un hombre de la realeza. Según el autor, Abberline era ilegítimo y la reina Victoria I sabía quién era su padre biológico, pero ignoraba que el inspector era Jack el Destripador.
muestras de escritura En el libro, José Luis Abad explica que presenta 454 muestras de escritura entre indubitadas (auténticas) y dubitadas, aunque "en reserva" hay unas mil más para comprobar que el inspector de Scotland Yard Frederick George Abberline era Jack el Destripador.
Abad muestra en el libro 24 láminas en las que se disponen los 84 gestos tipo y escrituras características. El inspector, que nació el 8 de enero de 1843, investigó todos los crímenes atribuidos a Jack el Destripador. Abad opina que Jack el Destripador tenía una inteligencia superior y el libro, que el autor terminó el pasado mes, concluye con la leyenda "La escritura no miente", del precursor de la grafología emocional objetiva, Rafael Schermann.