VITORIA. Unos 6.000 cazadores han participado en la primera jornada de media veda en Álava que, tal y como ya vaticinó la Asociación de Cotos de Caza Alavesa (ACCA) hace unos días, ha defraudado tanto a los componentes de la asociación como a los cazadores que se han acercado hasta los diferentes cotos del territorio alavés.

Como ya señaló hace un par de semanas a este diario Florencio Markina, técnico de la Asociación de Cotos de Caza de Álava (ACCA), ya se preveía que los cazadores no se encontraran con un gran número de ejemplares durante esta media veda, pero el hecho de que ni siquiera en el primer día en el que se puede cazar hayan podido encontrarse con una media por cazador mucho inferior a la alcanzada durante otros ejercicios resulta, si cabe, aún más decepcionante.

Según ha asegurado Markina, la protagonista de este primer día de media veda ha sido la codorniz, pero no precisamente por su alta presencia en los cotos alaveses. El bajo número de aves se sitúa, aproximadamente, entre unos 4 o 5 ejemplares por cazador, lo que supone un descenso remarcable en comparación con las campañas de otros años.

Según Markina, este decrecimiento podría estar ocasionado por la migración de las codornices a zonas del norte de Álava, lo que implica que ni siquiera en las mejores áreas para la caza, como se suponía que iban a ser los Valles Alaveses y la zona de Miranda de Ebro, haya una cantidad considerable de estas aves.

"Resulta complicado hacer balances en lo que a otras especies se refiere, ya que la mayoría de los cazadores sale a por codornices el 15 de agosto, y esto nos imposibilita el poder realizar ningún tipo de valoración sobre la proliferación de las demás especies sobre las que se permite la caza en esta temporada de media veda", ha asegurado el técnico de la ACCA.

Asimismo, se cree que cabe la posibilidad de que, ante el bajo número de estas aves que existen actualmente en los campos y en los cotos de caza, quizás los cazadores puedan abrirse a la posibilidad de conseguir otras especies, y entonces se podría entrar en una valoración más generalizada de la situación. "Había esperanza de que hubiera un mayor número de codornices, pero finalmente no ha sido así", dijo Markina. Ante la posible mejora de esta situación, el técnico se muestra realmente excéptico. "Puede ser que un día haya suerte y aparezcan un montón de aves en un coto, pero esto sería algo excepcional provocado por la emigración de las codornices que se encuentran en los campos del sur de Francia y no debería tomarse como una tendencia generalizada", señaló.