Valladolid. Las Fuerzas de Seguridad hallaron ayer a tres menores muertos en un centro de acogida para niños con discapacidad, gestionado por la ONG Mensajeros de la Paz, y atribuyeron la supuesta implicación en los fallecimientos a una monitora de 55 años, que cuidó la noche del domingo a los pequeños y que se encuentra hospitalizada bajo custodia.

El suceso ocurrió en un centro que Mensajeros de la Paz tiene en la población vallisoletana de Boecillo, situada a unos 12 kilómetros de la capital vallisoletana y habitada por unos 4.000 vecinos.

En torno a las 09.15 horas de ayer la Guardia Civil recibió la alerta del Servicio de Emergencias 112, que a su vez había recibido el aviso de un posible intento de suicidio en el centro de acogida, informaron fuentes policiales. Pero al llegar al lugar del suceso, los agentes hallaron muertos, con signos de violencia, a tres niños, de 3, 9 y 14 años, y encontraron a una monitora del centro con heridas en la cabeza y las muñecas, supuestamente causadas por arma blanca, explicaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

La mujer fue conducida al Hospital Clínico de Valladolid, al Módulo de Vigilancia Penitenciaria, donde permanece bajo custodia, por su supuesta implicación en el suceso.

El Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid ordenó el secreto de sumario. Dos de los pequeños fallecidos son españoles mientras que el tercero es natural de Guinea Ecuatorial, confirmaron fuentes policiales, tras explicar que los menores eran dos niños y una niña.

Las instalaciones donde fueron encontrados los cadáveres están destinadas a niños que sufren discapacidad (movilidad reducida del 90%).

Fuentes de la investigación manifestaron que los tres menores murieron asfixiados, con papel de plástico cubriendo sus cabezas. Las mismas fuentes especificaron que se trabaja con la hipótesis de la supuesta implicación de la monitora, G.L.B., en los fallecimientos.

Ante el impacto emocional por las tres muertes, la Agencia de Protección Civil envió un equipo de psicólogos de la Junta de Castilla y León para asistir a los afectados.

Un "acto de locura" El presidente de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel, atribuyó a un posible "acto de locura" la muerte de los tres menores, en una rueda de prensa en la que compareció junto a la consejera de Familia de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos.

"Nunca se ha tenido constancia de que la monitora hubiera padecido síntomas de depresión u otros problemas similares", aseguró el padre Ángel. Los fallecidos se encontraban en este centro de Mensajeros de la Paz desde que abrió sus puertas hace casi un año.

"Uno de los pequeños iba a ser acogido por una de las cuidadoras que había tenido anteriormente, lo que demuestra el gran vínculo que se crea entre cuidadoras y niños", explicó el padre Ángel. También recalcó que "no ha habido negligencia alguna" por parte de la ONG, sino que se trataría de "un caso de locura, de mala suerte".

La consejera matizó que las instalaciones son "totalmente nuevas y perfectamente adaptadas a la situación especial de los niños", y recordó que el centro se abrió bajo la gestión de esta ONG "de reconocido prestigio nacional e internacional".

El centro de Boecillo tiene capacidad para atender hasta seis niños con grandes discapacidades y cuenta con siete profesionales a su cargo, si bien Marcos ha señalado que "nunca" se llena, debido al "perfil especial" de los menores que acoge.

La consejera Marcos adelantó que el próximo 30 de agosto informará en las Cortes de Castilla y León "sobre todo lo que haya ido surgiendo hasta ese momento, para que exista una total transparencia sobre este caso", al tiempo que se puso a "disposición del sistema judicial". Mientras tanto, la población vallisoletana de Boecillo, conmocionada por el trágico suceso, guardará tres días de luto por la muerte de los tres menores, según anunció a el alcalde de la localidad, Pedro Luis Díez. "Todo el pueblo está consternado todo el pueblo, estamos abatidos", aseguró Díez. Éste explicó que está previsto convocar hoy un Pleno extraordinario de urgencia para declarar los tres días de luto, tras el que se llevará a cabo una concentración.