"La voz de alarma de esta patología no suena o no se oye hasta que es tarde"
Los expertos dicen que los mejores indicadores de estas dolenci as son el profesorado y la familia
donostia. La depresión en menores se vincula con la desadaptación psicosocial en múltiples dominios, como menor nivel económico y laboral alcanzado, una pobre relación interpersonal con la familia. "Muchas veces la voz de alarma no suena o no se oye hasta que es suficientemente tarde para que el pronóstico no sea tan bueno como si se hubiese intervenido de forma temprana", advierte Celso Arango.
Los mejores identificadores de estas patologias son la familia y el profesorado, que están ocho horas al día con los niños. "Formar a maestros y profesoers y tener una mayor relación entre el sistema sanitario y el educativo es fundamental", añade.
¡Y es que desde que los primeros síntomas se manifiestan hasta que el menor acude a consulta pueden transcurrir meses, años o, en el peor de los caos, no hacerlo nunca o hacerlo ya en la edad adulta, cuando se diagnostica un trastorno depresivo en la infancia de forma retrospectiva. A esto hay que añadir -se lamenta la doctora Rosa Catalán- que solamente el 10% de los trastornos mentales en varones jóvenes y el 20% en mujeres recibe tratamiento adecuado".
Para lograr esta detección precoz y terapias precisas es necesario formar a los profesionales sanitarios. "En el Estado no se dispone todavía con la especialidad de Psiquiatría Infanto-Juventil. El Ministerio ha dado una fecha y ha anunciado que su aprobación está prevista para antes de que finalice el año. Ojala sea así, ya que a día de hoy, la rotación de los psiquiatras durante su formación es de cuatro meses y aplicando el método ensayo-error empiezan a tratar a los niños", apunta el especialista del Gregorio Marañón. "El 70% de los trastornos psiquiatricos comienza antes de los 18 años y, concretamente, la presencia de episodios depresivos en la juventud se asocia, a largo plazo, con sucesos más graves, como un mayor riesgo de comorbilidad psiquiñatrica, abusos de sustancias y trastornos de ansiedad", explica Arango.
"Esto no significa que se diagnostiquen estas patologías con 18 años -puntualiza- esto suele ocurrir cuando hacemos una exploración en profundidad a una persona con ansiedad a los 20-25 años. La mayoría de las veces el paciente tuvo un problema adaptativo en la infancia y adolescencia y muchas de ellas son patologías del neurodesarrollo -esquizofrenia, tarstorno bipolar- que tiene lugar en los primeros años de vida", remacha el pisquiatra.
Un grupo de niños mira a la cámara. Foto: dna