MADRID. Las rupturas matrimoniales volvieron a aumentar el año pasado en España, poniendo fin a una tendencia a la baja que se había iniciado en 2007, coincidiendo con el comienzo de la crisis económica.
Según informó hoy el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), las rupturas (divorcios, separaciones y nulidades) aumentaron en un dos por ciento en 2010 con respecto al año anterior, hasta situarse en 127.682.
Los divorcios crecieron en un tres por ciento, hasta los algo más de 119.500. Las separaciones, no obstante, descendieron un seis por ciento. Éstas, desde la reforma del Código Civil de 2005, ya no son necesarias como paso previo para el divorcio. Los matrimonios declarados nulos bajaron un cinco por ciento, 175 a 166.
La disminución en el número de divorcios registrada desde 2007 hasta 2009 la atribuían los expertos en buena parte a la importante carga económica que supone la ruptura de la pareja, ya que la crisis inmobiliaria en el país hacía también muy difícil que una pareja que se separase lograse vender la vivienda que compartía.