vitoria. Las migraciones internas de Euskadi hacen referencia a aquellas que se registran entre sus municipios. En ese sentido, Álava es el territorio histórico más grande y el menos habitado, aunque al mismo tiempo es el que porcentualmente más ciudadanos vascos capta de otras provincias y menos cambios de domicilio registra por parte de alaveses dentro del territorio. La presencia de potentes industrias y la tranquilidad de las zonas rurales explica el potencial de esta provincia como destino y el asentamiento de los oriundos.
Según los últimos datos aportados por el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT), Álava constituye el 9,29% del movimiento migratorio interno del País Vasco: 4.217 mudanzas al año, respecto a las 27.461 de Bizkaia y las 13.694 de Gipuzkoa.
Entrando en harina, de esos 4.217 traslados, 2.701 se producen dentro de Álava, lo que constituye el 64% de la migración interna, mientras que 977 proceden de Bizkaia (23,2%) y 539 de Gipuzkoa (12,85). Parecen porcentajes bastante exiguos los correspondientes a mudanzas desde otras provincias, pero no sólo se mantiene una tendencia constante e incluso ascendente -sobre todo gracias a la aportación de Bizkaia-, sino que además Álava se sitúa a la cabeza de las tres provincias desde un punto de vista porcentual en cuanto a recepción de ciudadanos procedentes del resto de Euskadi.
Basta con hacer la comparación para comprobarlo. En el caso de Bizkaia, de los 27.461 movimientos migratorios internos, 25.487 se registran dentro de la propia provincia (92,8%), mientras que 972 (3,5%) llegan de Álava y 1.002 (3,6%) de Gipuzkoa. Respecto a esta última provincia, de sus 13.694 movimientos migratorios, 12.290 se realizan dentro (89,7%), 1.007 vienen de Bizkaia (7,4%) y 397 de Álava (2,9%).
Alejando la lupa, las estadísticas revelan que un claro equilibro en Álava entre los traslados que tienen por destino la propia provincia y las que fluyen al resto de territorios: de los 45.372 movimientos migratorios de Euskadi, a Álava van 4.217 y Álava aporta 4.070.