vitoria. La directora de Emakunde, María Silvestre, aseguró ayer que la petición de algunas asociaciones de mujeres y de escoltas de que se ponga vigilancia al maltratador y no a la víctima es "compleja y peligrosa", porque "se puede atentar contra el Estado de Derecho". Además, mostró su preocupación por las agresiones sexuales en fiestas.
Silvestre explicó que, quien tiene potestad para fijar la medida de protección a las mujeres maltratadas (escolta, pulsera u órdenes de alejamiento) es el juez, a través de una sentencia, y la solicitud de vigilancia para el agresor es más compleja. "No puedes establecer medidas que se ajusten tan a la carta a cualquier situación, sin atentar contra los principios básicos del Estado de Derecho", manifestó en referencia a la garantía de la presunción de inocencia y el respeto a una sentencia judicial. "Es muy complejo establecer medidas que se ajusten a situaciones concretas, por muy evidentes que nos resulten, porque es peligroso hacer excepciones en un Estado de Derecho", remarcó, para poner como ejemplo que, "si un juez decreta una medida inferior a dos años a un hombre maltratador y éste no tiene antecedentes, le pone en la calle, por lo que no puede ponerle escolta porque supuestamente está en libertad".
En ese sentido, apuntó que, una manera para ajustar el tipo de medida a adoptar sobre la víctima, es trabajar "muy en serio" en la metodología de medición del riesgo y que, desde los juzgados, se fijen las medidas de seguridad a adoptar. Silvestre precisó que, tanto Emakunde como el Gobierno Vasco y la comisión de seguimiento interinstitucional acometen una revisión y reflexión "constantes" sobre los puntos de mejora en la atención y seguridad a las mujeres.
En ese sentido, quiso reiterar que una mujer en riesgo de ser agredida es escoltada y ésta "se siente segura", pero que, si le pones escolta al agresor, se trata de una vigilancia, y es una cuestión "más compleja legalmente si se quiere mantener el Estado de Derecho".
AGRESIONES EN FIESTAS Sobre las agresiones sexuales en fiestas, la directora de Emakunde señaló que es una preocupación constante y que se trata de un asunto que se debe abordar en el ámbito institucional y municipal, "reconocerlo como problema, denunciarlo y que la sociedad también lo reconozca como tal para posicionarse en contra".
A su juicio, "el empoderamiento de las mujeres y el rechazo de la ciudadanía general es fundamental para tener fiestas en las que las relaciones entre hombres y mujeres sean consentidas e igualitarias". Por otro lado, se mostró favorable a priorizar el bienestar de los menores en los casos de reparto de custodia, si bien considera que el ideal es la compartida.