madrid. La patronal española de la industria farmacéutica Farmaindustria consideró ayer "inadmisible" obligar a los médicos a recetar genéricos, una medida que, además de no generar ningún ahorro adicional, va a "poner en riesgo" a muchos pacientes, especialmente a ancianos y polimedicados.
Así lo manifestó el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, en una rueda de prensa en la que criticó las medidas aprobadas por el Consejo Interterritorial de Salud, encaminadas a disminuir el gasto farmacéutico, que, según señaló, producen "consternación" y "enorme sorpresa" en el sector.
Entre las medidas acordadas entre el Gobierno y las CCAA está la de reducir un 15% el precio de los medicamentos con más de diez años en el mercado que aún no disponen de genérico, lo que Arnés calificó de "inesperado". "Dejar caer todo el peso y la responsabilidad" de la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud en la industria farmacéutica, "además de desproporcionado, es dañino", subrayó.
Los representantes de la industria piden una reunión "urgente" con la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, que previsiblemente tendrá lugar la próxima semana, en la que le pedirán que reconsidere su propuesta. También pretenden trasladar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su "contrariedad" ante las medidas acordadas.
El responsable de Farmandustria insistió en que la obligatoriedad de prescribir genéricos, no "sólo afecta gravemente" a la industria, sino también a la actividad profesional de los médicos y a la calidad de la prestación farmacéutica que reciben los pacientes y, no va a solucionar "el grave problema de la sanidad", que es la falta de recursos.
Farmaindustria está convencida de que se hace un uso excesivo del medicamento, por lo que se muestra a favor de trabajar con las administraciones públicas para reducir el número de recetas.