vitoria. Las relaciones sexuales, sencillas en apariencia, esconden un trasfondo insondable de complejidades que, durante la etapa adolescente, pueden derivar en problemas si no se atajan a tiempo. El equipo de expertos de la Asexoría, el servicio municipal de orientación sexual de Vitoria, advierten de que las dificultades más frecuentes registradas a lo largo del primer trimestre de 2011 tienen que ver con las dificultades eróticas, tanto masculinas como femeninas. La anorgasmia y la ausencia de deseo, dos situaciones frecuentemente vinculadas entre sí, se sitúan en los puestos de cabeza de las consultas.
La mayor parte de las veces, el motivo por el que las parejas recuren al servicio es la dificultad de uno de los integrantes para alcanzar el orgasmo. Es al comenzar a tratar esta dificultad cuando se pone de manifiesto la falta de deseo. "La relación entre estas dos dificultades es hasta cierto punto lógica si tenemos en cuenta que las fases de la respuesta sexual humana son circulares, desdeo-excitación-satisfacción, es decir, en forma de bucle, por lo que la insatisfacción influye directamente en la siguiente fase, que es la del deseo", ilustran los expertos.
También la baja autoestima afecta negativamente a las ligazones emocionales. Encontrarse en esta situación favorece el establecimiento de relaciones de pareja basadas en la dependencia o incluso en la sumisión. En el caso de las mujeres, incrementa la posibilidad de verse involucradas en relaciones en las que exista algún riesgo y provoca descender el empleo de anticonceptivos.
En el caso de los chicos, uno de los principales quebraderos de cabeza es la eyaculación precoz, que los orientadores asocian en muchas situaciones al nerviosismo y a la ansiedad ante situaciones desconocidas y anheladas. "Los jóvenes con dificultades para controlar la eyaculación tienen frecuentemente cierta tendencia al nerviosismo. Suelen ser personas ansiosas ante determinadas situaciones de su vida, les cuesta centrarse en una cosa y muchas veces son personas que necesitan estar siempre ocupadas", detallan.
psicoasexoría Las dificultades psicológicas que se plantean en la Psicoasexoría municipal, un departamento dentro del servicio global, son, habitualmente, consecuencia de una dinámica vital cargada de estrés que, si bien no pueden catalogarse como enfermedades, limitan, y mucho, su funcionamiento cotidiano. Los jóvenes de entre 26 y 30 años son los que más acusan estos problemas, seguidos de los de entre 17 y 20 años.
Justo por detrás de las 56 consultas registradas por la Asexoría en los apartados anteriormente citados, se sitúan otras 34 vinculadas a la categoría de los síntomas depresivos, 17 más ligadas a desórdenes del carácter, una docena relacionada con las características propias de la edad en cuanto a la toma de decisiones y 12 más referidas a ansiedad. El grupo se cierra con 11 intervenciones del equipo de expertos asociadas a cambios de humor y emocionales propios de la adolescencia.
En un tramo de edad tan complejo como este, tampoco podían faltan las cuestiones relacionadas con la falta de interés por los estudios (7), las dificultades relacionales familiares (6), el desinterés sobre el presente como característica de la edad (5) y las dificultades de relación social (4). Los asuntos que menor número de consultas suscitan entre los jóvenes de la capital alavesa son los relacionados con el riesgo de adicción a las nuevas tecnologías, las trabas que surgen con motivo de la búsqueda de empleo y los trastornos psicopatológicos de gravedad. En resumen, las denominadas "dificultades psicopatológicas", con un 38,7% de los casos, encabezan el listado de problemas a los que han de enfrentarse los expertos de la Asexoría gasteiztarra. Les siguen de cerca las dificultades relacionales, con un 36,5%.