vitoria. La consejera vasca de Cultura, Blanca Urgell, ha agradecido el esfuerzo demostrado por los jóvenes vascos y extranjeros que componen los grupos de trabajo que desempeñan su labor en el Valle Salado de Salinas de Añana. "Avanzan en un proyecto de recuperación que es responsabilidad de todos, pero que también es para el goce y disfrute de todos y cada uno de nosotros", señaló ayer con motivo de su visita a este singular patrimonio cultural e histórico alavés.

Estos 17 jóvenes, entre los que figuran alemanes, franceses, griegos rusos, serbios, turcos y vascos, cuentan con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años y, entre todos, están aprendiendo a restaurar los entramados y plataformas que después se emplearán en la cosecha de sal. Al tiempo que colabora activamente en la recuperación y mantenimiento del Valle Salado, el grupo puede instruirse en la producción de sal de acuerdo con el método tradicional empleado por los salineros de la zona. Durante generaciones, se ha recurrido a la salmuera de los manantiales y se ha aprovechado el sol y el viento para favorecer la evaporación natural antes de separar las distintas clases de sal y poder cosecharlas de forma separada.

Al concluir su participación en este proyecto de intervención medioambiental y de recuperación del patrimonio histórico, los jóvenes habrán cumplido, además, otros objetivos perseguidos por los organizadores de la experiencia. Habrán fomentado la convivencia y la superación de prejuicios, contribuido a la realización de un trabajo con proyección social que revierte en la comunidad y en el medio ambiente, generado un ambiente de colaboración, favorecido el espíritu creativo y conocido la comarca alavesa de Añana. >dna