vitoria. La Ley de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno Vasco no evitará que los vecinos se sigan oponiendo a las mezquitas, tal y como sucede en Vitoria tras el anuncio de la apertura de un templo musulmán en el barrio de Zaramaga. Según la consejera de Justicia y Administración Pública, Idoia Mendia, el nuevo texto legislativo tampoco impedirá que los ciudadanos "eleven el tono de sus declaraciones" y que los partidos políticos se aprovechen de la situación para alimentar sus intereses electorales. Mendia ha recordado que 30.000 personas profesan la religión musulmana actualmente en la CAV y, por tanto, considera que hay que proveerles de lugares seguros para el rezo sin que se generen conflictos en los barrios, en clara alusión a la tensión que se vive actualmente en Zaramaga. La portavoz del Ejecutivo autonómico inisite en que no se debe asociar religión con delincuencia, e incide en que también los cementerios de gestión municipal han de tratar de responder a las demandas vecinales de enterrarse conforme a sus creencias.

La consejera ha indicado que durante la tramitación de la Ley se entrevistará con los representantes de todas las religiones censadas por Lakua y, por su puesto, también con los representantes de la Iglesia Católica. En este mismo sentido, ha garantizado que el nuevo texto normativo no limitará ninguna religión, sino que regulará su ejercicio desde el respeto de todos. Además, Mendia, en clara alusión a la postura adoptada por el PP durante la última campaña municipal, ha subrayado lo negativo que resulta que los partidos políticos sigan una línea "xenófoba" para aprovecharla en las elecciones. En este sentido, hay que recordar que los populares anunciaron que rescindirían la licencia de obra para el templo de Zaramaga si obtenían la Alcaldía, si bien ahora el alcalde de la ciudad, Javier Maroto, se muestra más proclive a analizar el proyecto con más detenimiento y ya ha ofrecido alternativas a sus promotores.

Por otra parte, la plataforma vecinal Zazpigarren Alaba, que aglutina a representantes de una docena de barrios de la capital alavesa -incluido Zaramaga- ha reclamado respeto y se ha comprometido a luchar por la libertad religiosa.