La central nuclear de Ascó II, en Tarragona, registró en la noche del sábado una variación de potencia al pararse varias bombas de agua por la entrada masiva de algas en el canal de toma del río, si bien el suceso no supuso riesgos para las personas o el medio ambiente. La entrada de algas hizo parar alternativamente varias bombas de agua de circulación, lo que provocó una variación de potencia no programada superior al 20% de la potencia térmica máxima autorizada.