Vitoria. El agro alavés está de enhorabuena. A pesar de las informaciones que hace apenas dos semanas apuntaban a una posible merma de la calidad de su cereal a causa de la repentina ola de calor y posterior lluvia, lo cierto es que la naturaleza de la avena, la cebada y el trigo cultivado en el territorio no se ha visto en absoluto afectada. Aunque las elevadas temperaturas han obligado a los agricultores a adelantar en más de diez días la fecha de recogida y a pesar de que la campaña apenas ha rebasado su ecuador, lo cosechado hasta hoy ofrece un aspecto excelente, factor que podría elevar su precio en el mercado entre dos y tres pesetas por kilo, aunque los expertos prefieren no echar las campanas al vuelo antes de tiempo. "Este es un sector sometido a grandes presiones internacionales en el que los precios sufren variaciones muy fuertes en cuestión de días", aclara Ángel Cruz, portavoz de la cooperativa agrícola alavesa Sagral.
Las cantidades de cereal cosechadas por cada cooperativa o asociación varían en función de la ubicación, pero Cruz establece que los campos alaveses proporcionan de media unos 5.000 kilogramos de cebada y avena por hectárea, volumen que se eleva hasta los 5.500 o 6.000 kilos en el caso del trigo. A estas alturas de la campaña, las cifras de recolección en el territorio son "buenas", si bien no se acercan a las del año pasado, ejercicio en el que se batieron récords y se obtuvieron "unos 1.000 kilos más por hectárea".
"La calidad del cereal alavés de este año está siendo muy buena, tanto en lo referente al peso específico como en humedad", detalla el portavoz de Sagral, quien a la espera de que se fijen los precios definitivos para sus productos advierte de que "no serán los que eran, pero sí algo mejores que en 2010". Así, avanza que para el caso de la cebada oscilará entre las 27 y las 29 pesetas por kilo -aún se emplea la antigua moneda para valorar el cereal- , mientras que el trigo se pagará a unas 30 o 31 pesetas por kilo. Aunque, claro está, avisa de que estas no dejan de ser más que aproximaciones orientativas. "El mercado es muy volátil y depende de las fluctuaciones de los mercados internacionales", aclara.
En este punto, coincide con el director comercial de la cooperativa Garlan, Lorenzo Martínez de Salinas. "Los precios han bajado bastante con respecto a otros años porque importamos cereal de países como Rusia, Alemania, Francia y los ribereños del mar Negro. El precio que ellos marquen será el que finalmente configure el mercado", apunta. Pero dado que los agricultores alaveses se han visto obligados a adelantar la cosecha, serán de los primeros en ofrecer su producto y dispondrán de una leve preeminencia temporal. "Será una pequeña ventaja inicial, pero no durará mucho. Este mercado abarca los doce meses y hay que tener en cuenta los factores externos", expone.
La climatología es uno de los condicionantes que más están pesando dentro de la campaña alavesa de cereal en el presente año. Tanto es así, que incluso están marcando los tiempos de la cosecha. "El proceso está siendo muy irregular porque tenemos un tiempo bastante inestable. En el sur, la cosecha está bastante avanzada, pero en la Llanada la situación es mucho más desigual", detalla el responsable de Garlan.
De forma más concreta, Iñaki Nubla, de la Federación de Cooperativas Agrarias de Euskadi, señala que en las zonas de Rioja Alavesa y Valles, lo recolectado ronda el 50%, mientras que en la Llanada el porcentaje recogido es menor y en Montaña Alavesa mucho más exiguo. En cuanto a cotizaciones, Nubla es partidario de aguardar. "El cereal no se vende al día, sino con compromisos previos, en ocasiones de meses. Ahora mismo hay gente comprando a un precio que se cerró hace bastante tiempo", puntualiza.
Benito Ocio, de Cocefor, es optimista con respecto a las condiciones climatológicas para esta semana y cree que se podrá seguir trabajando sin problemas en la recogida de cereal, por lo que estima que en cuestión de 15 o 20 días, podrá darse por concluida toda la campaña a pesar de que las previsiones climatológicas anuncian lluvia. "Hay alguna posibilidad de agua, pero no creo que sea preocupante. Además, las temperaturas no serán demasiado altas, lo cual nos vendrá bien", señala.
Por su parte, José Antonio Ortega, de la Sociedad Cooperativa Alto Ebro, entiende que, en lo que afecta a sus asociados, "aún es demasiado pronto para hablar de la cosecha ya que sólo hemos recogido el 20%". A pesar de la ola de calor y de los adelantos en las fechas de recolección de los diferentes granos, prefiere esperar "un mínimo de dos semanas" antes de ofrecer una conclusión sobre lo que ha significado la campaña de cereal en Álava durante el ejercicio aún en curso.