El sacerdote Andrés García Torres, párroco en la localidad madrileña de Fuenlabrada, tiene claro que va a ir hasta el final para demostrar que ha sufrido un "trato vejatorio" por parte de la Iglesia. El obispado de Getafe le obligó a someterse a un "peritaje psiquiátrico" y le apartó de su parroquia, según aseguró, por haber mantenido una supuesta relación homosexual con un seminarista. "Voy a ir hasta Roma si hace falta", advirtió a la salida de su primera misa.