madrid. El Plan Nacional de Mejora de Calidad del Aire, en fase de información pública, propone crear peajes urbanos, zonas de "atmósfera protegida" en la ciudad, y etiquetar los vehículos para limitar el acceso de los "más sucios". El extenso documento, colgado en la web del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, era uno de los puntos de debate de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente que iba a celebrarse con las comunidades autónomas el pasado día 13 y que finalmente se pospuso.

La propuesta ministerial baraja también incluir criterios ambientales en el impuesto de circulación, limitar la velocidad máxima en la periferia urbana, incorporar criterios de conducción eficiente en los exámenes de conducir y aplicar incentivos económicos en los títulos de transporte público.

A principios de año, tras registrarse varios episodios agudos de contaminación en varias capitales y originarse una polémica sobre la ubicación de las estaciones de medición de contaminación, la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, se comprometió a llevar al Consejo de Ministros un Plan de Calidad del Aire para julio.

El texto apuesta por la creación de Zonas Urbanas de Atmósfera Protegida (ZUAP), áreas urbanas o metropolitanas delimitadas para la aplicación de medidas, muchas sobre el tráfico rodado, para mejorar la calidad del aire. La principal herramienta es etiquetar los vehículos (nuevos y en circulación).

El etiquetaje posee cinco categorías, según sus emisiones contaminantes, desde los adhesivos rojo y naranja (los más sucios) hasta el amarillo y verde (los más limpios). Una vez identificados los vehículos y elaborada la legislación, el ministerio de Rosa Aguilar podría aplicar una fase 1 desde 2012.

en la periferia Pese a reconocer que es una medida "impopular" porque puede percibirse solo como recaudatorio, el texto recoge la posibilidad de aplicar un peaje urbano, es decir, una tarifa a los coches por el uso del viario en un ámbito urbano. "Debe ser finalista y los ingresos deben destinarse a mejoras del transporte público", añade el texto, que reconoce también que el coste de aplicación es alto en una primera fase.

Medio Ambiente se inclina por limitar la velocidad máxima en la periferia de la ciudad por medio de un sistema de velocidad variable. Durante las horas de máximo tráfico la velocidad máxima se reduce a 80 km/h y en las horas con menor volumen de tráfico se incrementa hasta 110 km/h.

Sobre el transporte público, se apuesta por mejorar la frecuencia y velocidad de las redes de Cercanías, tranvías, metros y autobuses, por carriles bus en vías interurbanas para poder aumentar la velocidad de transporte; así como incentivos económicos en los títulos de transporte público.