vitoria. La compañía japonesa Sega reconoció ayer que ha sufrido un ciberataque que ha permitido el acceso no autorizado a información de 1,3 millones de clientes de su base de datos. Es, por ahora, el último de una serie de ciberataques globales contra compañías de videojuegos.

Sega dijo en un comunicado que los datos expuestos fueron nombres, fechas de nacimiento, direcciones de correo electrónico y claves de acceso encriptadas de usuarios de su servicio de juegos online Sega Pass, aunque información de pago como números de tarjeta de crédito quedó a salvo del ataque.

Esta "entrada no autorizada" en su base de datos ha llevado a Sega a cerrar Sega Pass, según confirmó un portavoz de la compañía, que ya había informado a sus usuarios de lo ocurrido a través de un e-mail. "Lamentamos profundamente causar problemas a nuestros clientes. Queremos trabajar en reforzar la seguridad", dijo Yoko Nagasawa, una portavoz de Sega, que añadió que no está claro cuándo se reiniciará el servicio de juegos online.

El ciberataque contra Sega se suma a una auténtica ola de ataques importantes, como el sufrido por Citigroup, (se vieron afectadas 360.000 cuentas bancarias), o por el Fondo Monetario Internacional. Un reciente ataque a Sony comprometió los datos de más de 100 millones de usuarios de PlayStation Network.