l Lo primero que hay que hacer es reclamar a la propia compañía a través de su teléfono de atención al cliente, correo electrónico o cualquier otro medio de contacto del que disponga la empresa.
l Siempre hay que solicitar el numero de incidencia al agente de atención al cliente que nos atienda, también es conveniente apuntar su numero de extensión y nombre completo (en casos de contrataciones, cambios de tarifas, etc.). Toda esta información hay que guardarla junto con el día y la hora de la llamada ya que nos puede servir de prueba en futuras reclamaciones.
l Si en el plazo de un mes la operadora no da ninguna respuesta o su respuesta no nos satisface, podemos pedir ayuda a los organismos oficiales o a las asociaciones de consumidores.
l La forma más eficaz de reclamar es a través de un arbitraje de consumo ya que sus resoluciones son vinculantes y obligatorios a cumplir para ambas partes.
l En el caso de que la operadora no esté adherida al arbitraje de consumo podemos reclamar ante la Oficina de Atención a los Usuarios de Telecomunicaciones, dependiente del Ministerio de Industria.
l Otro procedimiento es poner una reclamación en la OMIC (oficina municipal de información al consumidor). Los tramites suelen tardar unos tres meses.