vitoria. El Consejo de Estudiantes de la UPV-EHU ha mostrado su "máxima preocupación" por la situación que se ha generado tras la última Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), la antigua Selectividad, celebrada esta pasada semana. Al parecer, uno de los exámenes planteados, el de Química concretamente, podría haber contenido un error de traducción al euskera que complicaría el acceso de algunos estudiantes a la carrera elegida.

El máximo órgano de representación del alumnado exigirá mañana a la Universidad que aporte toda la información de la prueba realizada el jueves, para poder decidir qué tipo de medidas adoptar. Según explicó ayer en un comunicado, en función de los datos recogidos el Consejo determinará si solicitar a la UPV "las responsabilidad oportunas" para que hechos como éste no vuelvan a repetirse, e incluso la anulación del examen. Asimismo, anima a los estudiantes a que presenten una queja formal ante la Comisión Organizadora.

De hecho, estudiantes y centros educativos han elevado ya sus denuncias ante la Universidad por considerar que la prueba no es válida, ya que contenía un problema imposible de resolver. En concreto, el enunciado del ejercicio en su versión en euskera contenía datos erróneos, ya que confundía el yodo molecular con el yoduro potásico. Si bien es cierto que algunos tribunales avisaron a los alumnos del error y lo pudieron corregir, no todos los estudiantes fueron advertidos, por lo que no tuvieron más remedio que dejar sin resolver el problema, que valía 2,5 puntos.

Los lloros y las caras largas de los jóvenes que eligieron hacer en euskera el examen de Química no dejaba lugar a dudas de que algo había salido mal. El resultado final puede condicionar el acceso a las carreras elegidas, más aún si se pretende entrar en facultades como Medicina, Enfermería o Fisioterapia, donde se piden notas muy altas.

El Consejo de Estudiantes, que todavía no ha sido informado directamente por parte de la Universidad de lo ocurrido, no oculta su preocupación. "Teniendo en cuenta el compromiso que tenemos con el impulso y la normalización del euskera queremos mostrar nuestra inquietud por que un error de traducción pueda perjudicar a cientos de estudiantes euskaldunes en el acceso a la carrera elegida frente a quienes la han realizado en castellano", explicaba Aratz Castro.

En este sentido, asegura que "ayudará y orientará" una a una a todas las personas que presenten quejas ante este organismo, al tiempo que se compromete a solicitar mañana mismo toda la información a la UPV con el fin de decidir qué tipo de actuaciones adoptar. "En su caso, plantearemos las medidas y responsabilidades que consideremos oportunas a fin de evitar errores en sucesivas convocatorias", añadió el presidente.

Aunque no descarta pedir la anulación de la prueba, el Consejo recuerda que el alumnado tiene derecho a solicitar una segunda revisión del examen, y también anima a aquéllos que se hayan visto perjudicados a que soliciten y presenten al mismo tiempo una queja formal ante la Comisión Organizadora. La Universidad, por su parte, ha remitido el ejercicio al Departamento de Euskera para que estudie si se produjo un fallo. Sin embargo, asegura que de confirmarse la existencia de dicha errata, ésta no invalidaría todo el ejercicio por lo que cree que no hay suficiente motivo como para anular el examen.

No sería la primera vez, de hecho, que la UPV se ve obligada a repetir una prueba de Selectividad. Ocurrió en el año 2008. Un error en la distribución de las preguntas restringió el derecho de los estudiantes a elegir opciones alternativas en los exámenes de Historia y Filosofía, por lo que la Universidad ofreció a los estudiantes la posibilidad de volver a presentarse.