Día de sabores y olores en buena parte de los municipios que conforman la Cuadrilla de Rioja Alavesa. En un alarde de precisión aromática, cientos de visitantes decidieron hacer caso a la convocatoria de 13 bodegas del territorio histórico, que ayer abrieron sus dependencias en una jornada de puertas abiertas organizada para divulgar la cultura ligada al vino y a los productos de la tierra. Pese a la buena disposición de los bodegueros, la iniciativa tuvo ayer una desigual incidencia en la primera de las dos jornadas de Bodegas Abiertas organizadas por la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (Abra) por diferentes localidades de la Cuadrilla. No obstante, al final, los participantes salieron satisfechos de la experiencia, un año más. Como muestra, un botón. Joaquín, un "joven" de 45 años, degustaba una buena copa de un vino tinto, de ésas cuyo color embelesa y cuyo olor embriaga, mientras cerraba uno de sus ojos cegado por un rayo de luz que se filtró entre la tupida red de nubes que amenazaba con oscurecer el fin de semana a miles de alaveses. "Hay que aprovechar. Es una delicia llegar hasta aquí para comprobar la calidad de nuestras bodegas. Esto es cultura", resumía antes de saborear el crianza de su copa lejos del txoko en el que le esperaba un ágape.

Casi tan animosos como este gasteiztarra, los bodegueros que se habían sumado a la iniciativa habían preparado sus instalaciones para poder mostrar las diferentes partes en la que se divide una bodega y en las zonas nobles una sala para degustar sus vinos acompañados por queso o embutidos de la zona. Entre los visitantes había muchos alaveses, pero también gente de Logroño, ciudad donde se vive estos días las Fiestas de San Bernabé y que animaron a muchas personas a desplazarse a Lapuebla de Labarca, a Laguardia o a alguno de los pueblos incluidos en la oferta para probar unos vinos que, siendo Riojas, son diferentes. Aunque todos buenos.

Para José María Palacios, un ingeniero residente en Villamediana de Iregua, la "clave está en el tempranillo que evoluciona los sabores según la altitud a la que se cultiva", según afirmaba en Villabuena de Álava, a la salida de las instalaciones de las bodegas Arabarte.

En general, todas las visitas trataban de entender mejor el ya de por si complicado mundillo del vino. Unos intentaban realizar un símil de cata, esforzándose por encontrar los aromas y sabores que apuntaban los enólogos o los dueños de las bodegas, mientras que a otros se les notaba una cultura vitivinícola notable. Para ellos, la jornada era una parte más de su aprendizaje. Así lo veía María Jesús Herreros, una joven enóloga que acudió a estas degustaciones como una forma de "saber más de las diferentes formas de trabajar que hay en la Denominación de Origen. Aunque la gente piense que todos los pasos que se dan son iguales no lo son y ya desde el trabajo en la viña, con la poda en verde y otros factores se conforma un vino que tiene personalidad propia. Cada vino -afirmaba- refleja unas técnicas personales". Otros, la mayoría, no iban tan allá con el vino. Unas bilbaínas con familiares en Campezo habían llegado a Rioja Alavesa a disfrutar "exclusivamente de los sabores". En una mañana como la de ayer, con buena temperatura, el vino blanco, fresquito y con algo de aguja, por aquello de la maceración carbónica, les había encantado y cargaban, cada una con una caja, para "seguir disfrutando al llegar a casa sin tener problemas con los controles de alcohol". También hubo quien dio plantones, después de haber concertado visitas, y dejó a los bodegueros con huecos en las agendas, que podían haber cubierto con otras personas, si los primeros hubieran avisado de que no iban a ir. Esto sucedió en varias bodegas y lo cierto es que causaba muy mala impresión.

Relación de bodegas En esta ocasión han sido trece las instalaciones que han respondido a la invitación de su asociación para conformar el programa de las degustaciones. Bodegas Cándido Besa, Viñedos y Bodegas de la Marquesa, Arabarte y Bodegas Hermanos Frías del Val, de Villabuena de Álava; Covila, Estraunza y Espada Ojeda de Lapuebla de Labarca; Señorío de las Viñas, en Laserna; Araco y Gil Berzal, de Laguardia; Valdelana, en Elciego; Idiaquez, de Baños de Ebro; y Torre San Millán, de Barriobusto. Todas ellas permanecieron abiertas en los horarios que habían comprometido y hoy domingo lo volverán a hacer, aunque en esta jornada tendrán que competir con Labastida, que saca sus bodegas locales a la vía pública, dentro del programa Bodegas a pie de calle.