vitoria. Se estrecha el cerco sobre la chatarrería de Betoño, un negocio al que la Ertzaintza sospecha iban a parar muchas de las piezas metálicas sin origen declarable desaparecidas en el territorio. De hecho, tras comprobar que en el negocio de la calle Osinagea descansaban más de un centenar de pescantes metálicos robados de una empresa de Ansoleta y valorados en 6.500 euros, ahora investigan la procedencia de un cargamento de peldaños metálicos que varios integrantes del clan de 'los bartolos' depositaron en ese mismo lugar el pasado sábado. Estos peldaños podrían haber sido sustraídos de diversas obras que están en marcha actualmente en Vitoria, aunque las empresas propietarias no suelen denunciar este tipo de hurtos "porque están a la orden del día y nos pasaríamos todo el día en la comisaría". Por el momento y a la espera de nuevas informaciones, la Policía autonómica ha procedido a imputar al dueño del negocio por un presunto delito de compra de material robado, práctica conocida legalmente como "receptación".

Según indicaron ayer fuentes de la Ertzaintza, uno de los empleados de la chatarrería, el encargado de dar el visto bueno a los materiales que llegan del exterior y de anotar los datos de quien los entrega, también se encuentra bajo la lupa de los agentes. Esta persona, al parecer familiar de alguno de los miembros de los bartolos, fue quien recogió los pescantes metálicos robados sin prestar atención a su origen y la misma que no supo explicar a los agentes el lunes por la mañana la procedencia de otros materiales almacenados en la chatarrería.

Ejemplo de estos elementos de ascendencia opaca fueron una serie de bobinas de cableado, "de presunta procedencia ilícita" según la Ertzaintza, que se encontraron en el negocio. Tal y como indicaron ayer desde el Departamento vasco de Interior, desde hace varias semanas agentes de la comisaría de Gasteiz realizaban un seguimiento de chatarra, material de obra y cobre robados en la capital alavesa y localidades próximas. "Estas pesquisas han permitido localizar una chatarrería en la que se ha descubierto material de procedencia ilícita", subrayaron. Ante estas evidencias se ha imputado al titular de esta chatarrería, de 31 años, por un delito de receptación.

Las instalaciones de Betoño se encontraban en el punto de mira de los investigadores desde que fueran vinculadas a un robo cometido en 2008 en una nave industrial del polígono de Ali. Según los agentes, los ladrones arrasaron el interior del recinto y se llevaron hasta el último gramo de metal existente hasta la chatarrería ahora bajo sospecha. La investigación llevada a cabo entonces por la Ertzaintza determinó que el patriarca de los bartolos y un grupo de parientes habían sido los autores del asalto. Una acción que aún se encuentra pendiente de juicio.