Vitoria. Tener un cuerpo escultural cuesta y no sólo por la cada vez más frecuente vida sedentaria o por los 2.400 euros de media que sale de media un tratamiento de adelgazamiento en la capital alavesa. A la salud también le puede salir caro bajar los kilos de más, en caso de hacerlo bajo la supervisión de los profesionales menos apropiados. Algo que, por desgracia, parece cumplirse en los cinco centros de adelgazamiento de Vitoria que ha analizado la revista Eroski Consumer, a los que les suspende con un deficiente.
Aunque sacan muy bien en atención al cliente, fallan en lo principal. No hacen una correcta identificación del problema de exceso de peso, por lo que de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento. Unas malas notas debido a que en cuatro de los cinco centros no se pregunta al paciente si se había hecho un análisis de sangre recientemente ni se recomienda que se hagan uno. En otras tres ocasiones los establecimientos no se interesaron tampoco por los antecedentes clínicos familiares o personales y sólo en dos se tomó la tensión al técnico de la revista (de incógnito). Además, únicamente en dos centros de dietética se preguntó si el cliente tomaba alguna medicación, una cuestión vital para evitar posibles efectos secundarios.
En cuanto al tratamiento propuesto, dos establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un método basado en productos estrella, una práctica poco recomendable ya que ni enseña hábitos alimenticios saludables ni sirve para mantener a largo plazo la reducción de peso.
Por lo que respecta a la duración de la dieta, en dos centros de adelgazamiento no supieron decir hasta cuándo duraría la misma. De hecho, pese a la insistencia del técnico, no dieron una respuesta concreta sobre este aspecto. Aunque, eso sí, cabe destacar que todos ellos realizaron una planificación adecuada al recomendar no perder más de un kilogramo por semana.
De los cinco centros visitados en Vitoria, dos ofrecían la primera consulta de forma gratuita y el resto la cobraba, con un desembolso medio de 32 euros. Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Vitoria era de 70 euros, ocho euros menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo, cuyo coste medio superaba los 2.400 euros, por encima de los 1.437 euros de la media general. El cuarto desembolso más oneroso del Estado con esta opción de pago.