MELILLA. Según informa hoy el instituto armado en una nota, la localización de la inmigrante se produjo en el puesto fronterizo de Beni Enzar, durante el transcurso de un control rutinario de vehículos que entran a la ciudad autónoma procedentes de Marruecos.

La inmigrante se encontraba "encajonada" en el pequeño doble fondo, ya que el vehículo utilizado en esta ocasión es un "utilitario" de dimensiones inferiores a los vehículos usados para el paso de inmigrantes.

Asimismo, es la primera vez que el vehículo es conducido por una mujer que viaja sola, algo que la Guardia Civil estima que se ha aprovechado por las mafias que trafican con seres humanos para "desviar" la atención de los servicios de control.

Al comenzar el control, la conductora, una mujer joven de nacionalidad marroquí, M.B., abrió el maletero del coche con "absoluta normalidad", entablando conversación con el guardia civil que efectuaba el registro, tratando de ganarse su confianza, "coqueteando con él" y al que solicitó su número de teléfono.

El agente continuó con la labor policial y, una vez finalizado el registro en ese lugar, se inició en el interior del coche, donde se apreció un detalle que hizo levantar sospechas.

La evidencia de una persona oculta en ese lugar hizo que se desmontase todo el salpicadero con inmediatez, para auxiliar a la inmigrante, una joven de 20 años que dice proceder de Costa de Marfil.

La detenida ha pasado a disposición judicial como supuesta autora de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.