BERLÍN. "Pido de nuevo a la población española comprensión para la actuación de las autoridades alemanas implicadas que actuaron como debían hacerlo en los últimos días", señaló la ministra de Agricultura y Defensa del Consumidor alemana, Ilse Aigner, en una declaración dirigida a la agencia Efe.

Destacó que "el desarrollo es dramático" y que desde hace más de una semana el país registra nuevos casos de enfermedad y muerte.

En esta situación, "las autoridades están obligadas a perseguir cualquier sospecha. Con ello se explica también el comportamiento de las autoridades de Hamburgo, que siguen todos los indicios y que debían informar sobre el estado de sus averiguaciones al sistema de alerta rápida ateniéndose a las regulaciones de la UE".

Precisamente hoy las autoridades sanitarias del estado federado de Mecklemburgo-Antepomerania informaron de una nueva muerte, la de una mujer de 80 años, como consecuencia del síndrome urémico hemolítico (SUH) que provoca este germen patógeno.

De momento, trece países ha informado de casos de afectados por el SUH y la peligrosa variante de la bacteria intestinal: Alemania, Austria, Dinamarca, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Holanda, Noruega, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza.

El equipo bacteriológico de la Clínica Universitaria Eppendorf de Hamburgo, la ciudad de la que partió la alerta sanitaria y también la retirada de pepinos españoles del mercado, informó ayer de la identificación del genoma de la peligrosa variante de "E. coli", un cruce hasta ahora desconocido de bacterias.

El presidente del Instituto Federal de Evaluación de Riesgos, Andreas Hensel, calificó hoy la identificación del genoma de paso importante a partir del cual "se puede orientar el tratamiento" de los pacientes afectados.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó hoy que la bacteria intestinal "E. coli" puede transmitirse de persona a persona a través de las heces o por la vía oral.

El contagio "puede ocurrir sin una higiene adecuada", por lo que una medida de prevención eficaz es lavarse las manos después de ir al baño y antes de tocar los alimentos, advirtió a OMS.

Entre tanto, los médicos confían en una nueva terapia para los enfermos con el anticuerpo Eculizumab, de la que sin embargo se desconoce su eficacia ni sus posibles efectos secundarios.

"Es posible que con el anticuerpo exista una tendencia a la mejora. Pero lo que seguro que no pasará es que dentro de unos días todos los pacientes estén rápidamente curados", indicó Ulrich Kunzendorf, de la Universidad de Kiel.

Según Hermann Haller, jefe de la Clínica de Nefrología de la Facultad de Medicina de Hannover, "en estos momentos no existe una terapia que cure a todos los pacientes de un golpe".

"En todos los pacientes se trata de un desarrollo lento que mejora con las estrategias terapéuticas que empleamos", precisó.

Por su parte, la Sociedad Alemana de Estudio de Infecciones apuntó a que una terapia con antibióticos puede ser clínicamente recomendable en determinados casos de pacientes infectados con la bacteria.

"Especialmente en casos de SUH no existen datos clínicos que muestren o hagan suponer un empeoramiento del cuadro clínico con una terapia a base de antibióticos", señala la asociación.

Por el momento ya se ha podido determinar que el germen patógeno es resistente a antibióticos como la penicilina y a la cefalosporina.

En tanto, los casos confirmados y posibles de infección por esta variante de la bacteria "E. coli" son ya unos 2.000 en Alemania, con cerca de 500 pacientes afectados con el SUH.

Mientras, la cooperativa malagueña Frunet, señalada por las autoridades sanitarias de Hamburgo como una de las fuentes del brote que inicialmente se atribuyó a pepinos españoles, ha enviado a uno de sus dirigentes a Alemania para recuperar la confianza de sus clientes y lograr que se restituya su "buen nombre".

"Creemos que ha habido errores en la recogida de muestras", denunció en declaraciones a Efe Antonio Lavao, gerente de Frunet, que ha puesto su caso en manos de un bufete de abogados alemán con el que estudia la posibilidad de reclamar indemnizaciones por daños y perjuicios.