burgos/vitoria. La central nuclear de Santa María de Garoña, ubicada en el burgalés Valle de Tobalina, a escasos kilómetros de la muga alavesa, ha vuelto a producir energía tras finalizar una parada de recarga que comenzó el 1 de mayo. La planta llevaba varios días realizando pruebas de arranque, aunque el viernes tuvo que retrasarse la conexión definitiva al detectarse un temblor anómalo en la turbina.
A la 1.37 horas de la madrugada de ayer, la instalación volvió a generar energía eléctrica y se dieron por finalizados los trabajos de recarga y mantenimiento que comenzaron el día 1 de mayo, aunque la central no alcanzó el 100 % de potencia hasta ayer por la tarde.
Durante la parada programada se han realizado en la central nuclear de Garoña más de 3.500 trabajos en los que han participado 1.622 profesionales de 60 empresas, la mayoría situadas en el área de influencia de la central. En esta parada se han sustituido 121 elementos de combustible, se han realizado inspecciones en el interior de la vasija y se ha actuado, entre otros sistemas y equipos de la planta, en la turbina y en el generador, tal y como explicaron ayer fuentes de la concesionaria de la planta, la empresa Nuclenor, que está participada al 50% por las eléctricas Iberdrola y Endesa.
Según Nuclenor, la parada se ha desarrollado con total normalidad siguiendo el programa previsto por el equipo de dirección de parada. Todas las actividades que se han desarrollado en la planta han sido supervisadas por técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear que han intensificado su labor de inspección y control en la instalación a lo largo de este mes, un hecho habitual cuando las centrales nucleares se encuentran en situación de parada de recarga. Una vez finalizados los trabajos previstos, para poder proceder al arranque de la central se han realizado cerca de 800 pruebas para garantizar el correcto funcionamiento de todos los equipos de la planta atómica.
El director de Relaciones Externas de la planta nuclear, Elías Fernández, explicó que el último fallo detectado en la turbina se produjo en una de las pruebas previas al arranque, por lo que "no tuvo ninguna incidencia importante". En su opinión, se trató de "una muestra más" de que se actúa de forma "concienzuda", porque después de una parada en la que han trabajado en la planta más de 1.600 personas se están realizando un buen número de pruebas antes de volver a poner en marcha el reactor. Fernández apuntó que el fallo que ha producido la parada no está relacionado con la parte atómica de la planta. >efe/dna