berlín. Las autoridades sanitarias alemanas informaron de que, con la muerte ayer de tres personas, son ya diez los fallecidos por el brote de una variante de la bacteria E. coli Enterohemorrágica, mientras que la cifra de afectados por el brote se mantiene en alrededor de un millar.

La última víctima mortal del síndrome urémico hemolítico (SUH), que provoca este germen patógeno es una mujer de 84 años que falleció ayer por la mañana en Lauenburg, en el estado federado de Schleswig-Holstein (norte de Alemania), según informó el Ministerio de Sanidad de esta región.

De esta forma, el brote infeccioso causó oficialmente tres muertos en la jornada de ayer. "Damos por supuesto, que la cifra de enfermos graves también se elevará", aseguró un portavoz del Ministerio de Asuntos Sociales del estado federado de Baja Sajonia, otro de los más afectados por el brote infeccioso.

El anuncio de esta última muerte se produjo horas después de que se hiciesen públicos el fallecimiento de una mujer de 87 años en la Clínica Universitaria de Eppendorf, en la ciudad-estado de Hamburgo (noroeste del país), y la de una mujer de 38 años en el hospital central de la ciudad de Kiel, en el estado federado de Schleswig-Holstein.

Las autoridades sanitarias alemanas destacaron que aún no se ha alcanzado el punto álgido de la infección, por lo que instaron a los ciudadanos, especialmente en el norte del país -donde se han producido la gran mayoría de casos- a extremar las medidas de higiene. Alrededor de 400 de los afectados por este brote infeccioso, de los que 60 están calificados de graves, se detectaron en Hamburgo (noroeste de Alemania), y casi todos los demás, entre los estados de Baja Sajonia, Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia, según el Instituto Robert Koch de Berlín.

A lo largo de una semana se han contabilizado ya más casos en Alemania de la infección por ese germen patógeno como los que por regla general se registran a lo largo de todo un año.

Las autoridades sanitarias alemanas anunciaron el pasado jueves que el brote infeccioso tiene su origen en pepinos procedentes de España comercializados a través del mercado central de Hamburgo, un importante centro de distribución regional. Sin embargo, desde España negaron que la UE les confirmara esa información.

El foco infeccioso fue detectado tras realizar análisis, entre otras verduras, a cuatro pepinos escogidos aleatoriamente del mercado central de Hamburgo, de los que tres procedían de España y el otro de Holanda, según apuntaron el viernes varios medios locales.