parís. Un problema técnico privó a los pilotos del vuelo entre Río de Janeiro y París de datos válidos para evitar que el aparato se estrellara en el Atlántico en 2009, según los datos de las cajas negras del avión publicados ayer por los investigadores.
"No tenemos ninguna indicación válida", afirmó el comandante del vuelo dos minutos y medio antes de que el avión se estrellara contra el mar, según se desprende de la lectura de las cajas negras recuperadas a principios de mes y cuyo contenido fue, en parte, divulgado por la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), responsable de la investigación.
Fue la constatación de la impotencia de una tripulación que durante cuatro minutos trató de tomar el control de un avión al que un conjunto de errores había dejado en situación crítica.
Una divergencia en los lectores de velocidad provocó que el piloto automático se desconectara y obligó a los pilotos a tomar decisiones sin tener a su disposición datos correctos del vuelo. La secuencia de los hechos, desvelada por la BEA, indica que los motores funcionaron bien y que el avión se estrelló en el mar tras tres minutos y medio de caída libre.
Antes, los pilotos habían tratado de situar el avión en posición ascendente hasta alcanzar una altura máxima de 38.000 pies, momento en el que comenzó el descenso en caída libre, que no se frenó pese a que trataron de enderezar el aparato.
Hasta ese momento, el vuelo se había desarrollado sin incidencias. El AF447 con destino a París de la aerolínea Air France, un A330 fabricado por Airbus, había despegado con normalidad el 1 de junio de 2009 del aeródromo de Geleao, en Rio de Janeiro, con 216 pasajeros a bordo y 12 miembros de la tripulación.
La compañía está procesada judicialmente en Francia por homicidio involuntario, al igual que Airbus, que también señaló a las sondas de velocidad como causantes del drama. Esas sondas, fabricadas por el grupo francés Thales, fueron sustituidas en todos los aparatos de Air France en los meses siguientes al drama.