la Unión Obrera Sociedad Cooperativa de Araia celebra este ejercicio sus 125 años de historia. Para ello ha elaborado un amplio programa de actividades entre las que no faltarán una exposición, un conferencia o un concierto de piano y violín, entre otros. En la sociedad tradicional vasca se han dado siempre actividades de tipo comunitario. En ese sentido, el cooperativismo como tal, comenzó en 1870 con asociaciones obreras para fines de consumo, producción, socorros mutuos y resistencia en caso de conflicto laboral. En 1886 nació la Unión Obrera de Araya, institución especializada en el consumo. Su importancia es tal que, incluso su acta de constitución es histórica. De hecho, el estatuto de La Unión Obrera de Araya es el documento más antiguo que se conserva de esta sociedad. Data del 17 de mayo de 1889.
Hoy, 125 años después, los vecinos de Araia se reunirán para celebrar la efeméride. Los actos darán comienzo en esta jornada a las 20.00 horas con la presentación de los actos y la apertura de la exposición titulada 125 años de cooperativismo-La Unión Obrera de Araia en el salón de plenos del Ayuntamiento de Asparrena. Además tendrá lugar una conferencia a cargo del presidente de la Federación de Cooperativas de Consumo y miembro del Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi, José Miguel Mera Bengoa.
El programa de actos incluye para el día 10 de junio a las 20.00 horas un concierto en la Sala Andra Mari de Araia a cargo de Mikel Urdangarin, Koldo Uriarte al piano y Nika Bitchiashvili al violín. Dos días más tarde tendrá lugar la celebración del 125 aniversario de esta institución con actos como una misa en la iglesia de San Pedro (a las 13.00 horas) o el aurresku de honor, con participación de la Banda de Música y Coral de Araia, media hora más tarde.
Los actos se darán por concluidos el próximo 19 de junio con la clausura de la exposición que permanecerá abierta en el salón de plenos del Ayuntamiento los días laborables, en horario de 19.00 a 21.00 horas. Los sábados permanecerá abierta de 12.00 a 14.00 horas y de 19.00 a 21.00 horas y los domingos, de 12.00 a 14.00 horas.
Después de tantos años desde su inicio, La Unión Obrera, fiel a sus principios y siendo una de las más veteranas a nivel mundial, sigue dando los servicios y atención con tanta o mayor ilusión que antaño. Ha pasado por muchas etapas -cambios de sedes, ampliaciones e incertidumbres-. Sin embargo, la voluntad de un pueblo, apoyando a quienes en esos momentos tenían la responsabilidad de tomar decisiones, consiguieron el afianzamiento, continuidad y servicio que actualmente tiene. "Hoy, seguimos más que nunca convencidos de que es uno de nuestros mejores activos en toda la comarca y, conociendo la forma de ser de este pueblo, seguro que perdurará y mejorará con el paso del tiempo", explican los impulsores del homenaje.
Épocas complicadas La cope, como popularmente se le conoce en la localidad, es en estos momentos la decana de las cooperativas del Estado y en la actualidad sigue ofreciendo servicio en su tienda de 500 metros cuadrados gracias al acuerdo alcanzado con Eroski y al compromiso de más de un centenar de socios.
"Tras el incendio de 1968 vivimos momentos muy críticos, pero la cooperativa era un bien social y todo el pueblo arrimó el hombro para salir adelante", explica el presidente de la Junta Rectora de la cooperativa, Josetxo Auzmendi Arenaza. De una opinión similar es Mikel Ibarnia, miembro de la Junta y presidente de la misma durante diferentes épocas. Para él, "la labor social de la cooperativa sigue vigente y los jóvenes deberían acercarse y tomar parte en el presente y en el futuro de la cope".
Con el fin de que la historia de La Unión Obrera perdure en el tiempo en breve se editará un libro cuyo título será La Unión Obrera Soc. Cooperativa-La 'cope' 125 urte (1886-2011, beti zuekin!! Ese libro recogerá mil anécdotas y curiosidades. De hecho, 125 años dan para muchas vivencias y proyectos. Por ejemplo, el seis de marzo de 1894, la Junta Rectora trató la creación de una sociedad de socorros mutuos para casos de enfermedad. Se nombró a una comisión de estudio formada por Casto González, Nazario Madinaveitia, Galo Langarica, Domingo Larrea, Guillermo Barrutia y León Cuevas. Estas ayudas perduraron hasta la creación de la Seguridad Social en la década de 1940-50.
En la Junta que se celebró el 16 de noviembre de 1904, Juan Eceolaza Juanogaño exponía que trayendo los cerdos por el Camino Real y cerca de la Venta de Maltercio, mató a uno de los animales porque le había dado un pasmo de sangre y no podía andar. La Junta Rectora no permitió la venta de ese cerdo por entrar muerto al pueblo y por no pasar reconocimiento ante un veterinario. Le dijeron que lo aprovechara en su casa y que si tenía algún perjuicio, la cooperativa le abonaría el mismo. El 18 de diciembre aprobaron abonarle veinte pesetas.
Asistencia social En aquellos años la Cooperativa y el Ayuntamiento hicieron un estudio para instalar en Araia la farmacia. Una de las condiciones para la Sociedad era la de pagar un sueldo al farmacéutico como se le abonaba al médico. Una vez instalada, a los socios que consumían 35 pesetas al mes se les abonaba la asistencia del médico y la farmacia.
En el año 1904 hubo quejas porque se gastó demasiado en la misa aniversario por los socios fallecidos y el 23 de julio de 1905 se acordó en Junta Directiva celebrar una misa aniversario de 2ª clase, con órgano, tres tiples y un tenor o bajo.
Otra muestra del carácter democrático de la cooperativa son las firmas de mujeres que aparecen en las actas de juntas de accionistas. La de María Auzmendi el 12 de diciembre de 1912 y las de Loreto Zuazola, Teresa Goñi y Valentina Gauna en la de enero de 1914.
Con fecha 16 de septiembre de 1905 se crea la plaza de practicante de medicina y cirugía, como ayuda al médico. La Unión Obrera abonaría al practicante 100 pesetas al mes.