BERLÍN. Los aeródromos berlineses de Schönefeld y Tegel fueron clausurados a las 11,00 de la mañana (09,00 GMT) por orden de la oficina alemana de seguridad aérea (DFS), cierre que se mantendrá provisionalmente hasta las 19,00 horas (17,00 GMT).

Anteriormente la DFS había ordenado el cierre desde las 05,00 horas (03,00 GMT) del aeropuerto de Bremen y desde las 06,00 horas (04,00 GMT) del de Hamburgo, aunque se espera que la nube abandone el norte de Alemania la próxima noche.

"La concentración de ceniza ha superado los valores permitidos" de 2,0 miligramos de ceniza volcánica por cada metro cúbico de aire establecidos por el ministerio federal de Transportes, señaló la DFS en un comunicado.

El ministro federal alemán de Transportes, Peter Ramsauer, se mostró convencido de que la situación en los aeropuertos germanos se normalizará pese a la nube en poco tiempo.

"Podemos contar con que la situación volverá a normalizarse poco a poco en los aeropuertos afectados del norte de Alemania a lo largo de la tarde", señaló Ramsauer en declaraciones a la televisión pública germana ARD.

Además comentó que "estamos en esta ocasión mejor preparados que hace un año para controlar la situación" y subrayó en ese sentido que existe ahora una "sólida base legal" para dictar o levantar los cierres y "una fiable red para realizar mediciones".

La DFS anunció asimismo que otros grandes aeropuertos germanos como los de Düsseldorf, Fráncfort o Múnich no se ven amenazados de cierre, ya que la nuble de cenizas volcánicas se mueve solo por el norte de Alemania y no se espera que se desplace hacia el sur.

La compañía aérea Lufthansa, la mayor de Alemania y Europa, anunció que la clausura de los citados aeropuertos le obliga a suspender unos 150 de los 2.000 vuelos que tiene programados a diario, mientras Air Berlin comunicó la suspensión de unos 70 vuelos.

Las suspensiones dejan en tierra a miles de pasajeros, no solo de los aeropuertos afectados por el cierre, sino de los que desde otros puntos se dirigían a esos destinos.

La DFS subrayó que la nube podría abandonar completamente el espacio aéreo alemán en las próximas 24 horas por lo que se espera que el tráfico aéreo en esa zona se normalice con relativa rapidez.

El Grimsvoetn, el volcán más activo de Islandia, entró por última vez en erupción en 2004, y esta se prolongó unos pocos días, afectando al tráfico aéreo islandés por un corto período.

La erupción de otro volcán islandés, el Eyjafjalla, paralizó el tráfico aéreo europeo durante varias semanas al extenderse la nube de ceniza por todo el continente y obligó a suspender unos 100.000 vuelos.