vitoria. Uno de los apartados vinculados al sistema educativo que más reclamaciones recibió durante el último curso fue el de las necesidades especiales. Un cúmulo de protestas que ha puesto de manifiesto la necesidad de delimitar hasta dónde alcanza la responsabilidad de la Administración educativa cuando se trata de dar respuesta a ciertas exigencias del alumnado que requieren de la atención de profesionales, como los que prestan servicios de fisioterapia. También se han recibido quejas con respecto a la falta en los centros de intérpretes de la lengua de signos. Un recurso que en muchos casos resulta imprescindible para garantizar la plena accesibilidad a enseñanzas de ciclos formativos de formación profesional.

El Ararteko destaca la favorable reacción de los responsables educativos que "ha permitido dar una solución satisfactoria a los casos planteados", pero entiende que "no es de recibo que este tipo de necesidades se repitan año tras año y no estén mínimamente previstas".

En esta misma línea, la institución que lidera Iñigo Lamarca recomienda a la Administración que impulse la práctica inclusiva e integradora de los escolares que, debido a su movilidad reducida, están obligados a emplear sillas de ruedas. "Ha de tratar de favorecer, en la medida de lo posible, que este alumnado pueda hacer uso de las líneas organizadas de transporte escolar. Por nuestra parte, confiamos en el éxito de esta buena práctica y trataremos de realizar un seguimiento en torno a la vista", manifiesta el Ararteko.