tokio. El Gobierno nipón reclamó ayer la paralización de la planta nuclear de Hamaoka, considerada una de las más peligrosas de Japón, ante la necesidad de extremar la seguridad en un país que sigue inmerso en una grave crisis nuclear.
La decisión se ha tomado ante el elevado riesgo sísmico en la zona donde está ubicada esa planta, al borde del mar y a unos 190 kilómetros al suroeste de Tokio, donde se teme que pueda producirse un "gran" terremoto por la confluencia de tres placas tectónicas. El Ministerio de Ciencia estima que hay un 87% de posibilidades de que en ese área suceda en los próximos 30 años un seísmo de 8 grados de magnitud en la escala de Richter. El primer ministro nipónfue quien pidió formalmente la paralización de la planta.