ciudad del vaticano

BENEDICTO XVI protagonizó el Viernes Santo un hecho sin precedentes en la historia de la Iglesia: participó en un programa televisivo similar al Tengo una pregunta para usted donde respondió a siete interrogantes de los fieles, habló del alma y la resurrección y pidió la pacificación de Costa de Marfil. La intervención se produjo en el programa del primer canal de la televisión pública italiana RAI A sua immagine, que se emitió en directo, aunque las preguntas fueron grabadas previamente, así como las respuestas del pontífice, grabadas hace varios días en la biblioteca privada de Benedicto XVI.

El pontífice fue preguntado por María Teresa, una madre italiana que tiene un hijo, Francesco, en coma vegetativo desde hace dos años, y que quería saber si el alma había abandonado el cuerpo del joven, sentado a su lado durante el programa, o seguía en él. "Por supuesto, el alma está todavía presente en el cuerpo. La situación es un poco como la de una guitarra que tiene las cuerdas rotas y que no se puede tocar. Así el instrumento del cuerpo es frágil y vulnerable y el alma no puede sonar, por así decirlo, en modo alguno, pero sigue presente", respondió el papa. El Obispo de Roma agregó que está seguro de que esa "alma escondida" siente en profundidad el amor de los padres, aunque no entiende los detalles, las palabras.

Bintú, una mujer musulmana de Costa de Marfil, le narró en su pregunta la crisis política y social que vive el país africano y tras subrayar que Jesucristo es maestro de paz, pidió consejo al papa, al que llamó "embajador de Jesús". El anciano pontífice dijo que está muy triste por lo que ocurre en ese país y afirmó que la violencia "nunca viene de Dios, nunca ayuda a producir cosas buenas, sino que es un medio destructivo y no el camino para salir de las dificultades. Es una fuerte voz contra todo tipo de violencia", agregó. El pontífice hizo un llamamiento a todas las partes "a renunciar a la violencia, a buscar las vías de la paz y del diálogo".

el miedo de una niña Elena, una niña japonesa de siete años de padre italiano que ha sufrido el reciente terremoto, le dijo al papa que está triste y tiene miedo y le preguntó por qué los niños deben tener tanta tristeza. Benedicto XVI le respondió que también él se lo pregunta y que no tiene respuesta, pero que sabe que Jesús sufrió como ellos lo están haciendo ahora "y está de vuestra parte". Un profesor italiano le preguntó sobre la resurrección y qué significa que el cuerpo de Jesús fuera real, de carne y hueso, pero también "cuerpo glorioso".