Cádiz. La Guardia Civil detuvo a un peligroso delincuente conocido como "el Lute" que atemorizaba a senderistas y pastores con un arma de fuego y con varios perros de razas peligrosas adiestrados y que vivía oculto en la sierra de Cádiz, informó el Instituto Armado.
La detención de A.M.S.C., de 40 años y que el pasado enero protagonizó un violento atraco en una gasolinera, se produjo el pasado 15 de abril cuando un operativo formado por más de 70 agentes tomaron la zona en la que vivía, con lo que culminó la Operación Camina.
Su vivienda era una tienda de campaña instalada en una zona conocida como El Pontón, próxima a un sendero inaccesible y apenas transitado que comunica las poblaciones gaditanas de El Bosque y Benamahoma.
Cuando los agentes irrumpieron en su campamento, el delincuente, sobre el que pesaba una orden de detención e ingreso en prisión, intentó huir lanzándose al vacío desde unos tres metros de altura a un arroyo y arrastrando en su caída a dos guardias civiles con los que forcejeó.
Los agentes localizaron al delincuente tras meses de trabajo en los que averiguaron la zona de acampada en la que el Lute vivía con varios perros adiestrados para alertar de la presencia de cualquier extraño.
Además, el detenido utilizaba cuevas para esconderse y ocultar los objetos que robaba, y en las que la Guardia Civil encontró pruebas de su implicación en varios delitos. En estas cuevas también se encontraron numerosos machetes, hachas, una escopeta de caza robada en 2004 con abundante munición y cargada con cinco cartuchos de postas, así como efectos y animales robados a pastores y comerciantes de la zona con los que se abastecía. Además, tenía una plantación de marihuana con la que podría comerciar aparte de consumir, según la Guardia Civil.
El detenido es el supuesto autor de del atraco en enero de este año a una gasolinera de El Bosque (Cádiz), donde tras asaltarla, agredió a golpes de escopeta al empleado y disparó varias veces para cubrir su fuga.
Según la Guardia Civil, en septiembre de 2009 amenazó de muerte, encañonándolos con su escopeta, a dos agentes de Medio Ambiente que le sorprendieron practicando la caza furtiva, y en diciembre de 2010 amenazó a un senderista con su arma solo por cruzarse con él en un camino de la sierra.
Además, los lugareños relataron a los agentes que esta persona protagonizó numerosas tropelías, vejaciones y robos de ganado y otros efectos, que no fueron denunciados por sus víctimas por miedo a represalias.
Tras su detención el delincuente, nacido en Sevilla y cuyo último domicilio conocido estaba en Benamahoma, amenazó a los agentes diciéndoles "esta me la vais a pagar" y, ya encerrado en los calabozos de Ubrique, destrozó una cámara de seguridad de las dependencias policiales, según la Guardia Civil.
En la detención participaron la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Cádiz, guías de perros especialistas en rastreo, un helicóptero de la UHEL-23 y agentes del Grupo Rural de Seguridad de Sevilla.
El titular del Juzgado único de Ubrique decretó el ingreso en prisión del detenido por los delitos de robo con violencia, atentado contra agente de la autoridad, amenazas y contra la salud pública.