MADRID. En el libro, los autores aseguraban que Assange, que filtró parte de los cables de las embajadas de Estados Unidos a 'The Guardian', les había afirmado que si alguno de los informantes de ese país en Irak moría debido a la filtración formaba parte de su trabajo.

Assange ha asegurado que es "completamente falso" y ha asegurado que tiene testigos de la conversación con los periodistas de 'The Guardian' que pueden corroborar su versión. Además, el fundador de Wikileaks se ha quejado de que "hay mucho veneno" en lo más alto del negocio de los medios de comunicación, y "desgraciadamente" él se ha convertido en un blanco de las críticas.

Asimismo, ha indicado que ningún documento oficial del Gobierno estadounidense ni de ningún otro sitio ha demostrado que las filtraciones hayan herido a nadie. "Algunos políticos han sido avergonzados y han perdido elecciones, y algunos oficiales han perdido sus trabajos, pero eso no es el fin del mundo", ha añadido.

Sobre el funcionamiento de la organización, ha señalado que desde el último año, cuando sus problemas judiciales comenzaron, Wikileaks ha aumentado la publicación de documentos y actualmente ha dado a conocer ya más de 7.000 cables de las embajadas de Estados Unidos. En este sentido, ha subrayado que a pesar de "los agresivos esfuerzos" realizados por algunos sectores para frenar la actividad de Wikileks con su encarcelamiento, la organización está estructurada de tal forma que en en ningún momento se interrumpa el trabajo de publicación.

Preguntado por si teme por su vida, Assange ha señalado que algunos políticos de ultraderecha de Estados Unidos como Sarah Palin han pedido su "asesinato, secuestro y rendición", e incluso en el Senado de ese país hay algunas iniciativas para declarar Wikileaks como "una amenaza internacional" de la misma manera que algunos combatientes de los talibanes o Al-Qaeda. "Es una cosa muy seria", ha indicado.