tokio. Casi un millón de hogares japoneses seguían ayer sin electricidad y una central nuclear sufrió una filtración de agua radiactiva tras la potente réplica de 7,1 grados que el jueves por la noche causó tres muertos y azotó las zonas devastadas por el tsunami del 11 de marzo.
Media hora antes de la media noche del jueves en Japón, el noreste de la isla se estremeció con la réplica más fuerte desde el terremoto de 9 grados, que arrasó las costas de Miyagi, Iwate y Fukushima hace cuatro semanas.
La mayor preocupación la ocasionó la central nuclear de Onagawa, cercana al epicentro del terremoto, que sufrió varias filtraciones de agua en sus tres reactores, el primero de los cuales fue puesto en servicio en 1984. Según indicó Tohoku Electric Power, operadora de la planta, pequeñas cantidades de agua se derramaron o filtraron desde ocho puntos de la central, mientras los sistemas de refrigeración quedaron suspendidos durante algo más de una hora, aunque los consiguieron reactivar. En la piscina de combustible usado del reactor 1, el más viejo de los tres, se derramaron 3,8 litros de agua radiactiva con una concentración de 5.410 becquerel por kilogramo. Pese a todo, las labores de refrigeración en Onagawa, que no genera electricidad desde el terremoto del 11 de marzo, se reanudaron al conseguir poner en marcha una de sus tres líneas de electricidad externa. El presidente del Ilustre Colegio de Geólogos de España, Luis Suárez, señaló ayer que la energía liberada por este último terremoto equivaldría a 100.000 toneladas de dinamita.