líder del partido verde en Baden-WÜrttenberg

vitoria

COMPONENTE del ala realista de Los Verdes, católico practicante y conservador, Winfried Kretschmann (17-V-1948, Spainchinge) es admirado por su capacidad oratoria, serenidad y fiabilidad. Casado, padre de tres hijos y líder de agrupaciones universitarias maoístas en su juventud, es desde finales de 2000 el primer político verde que forma parte del Comité Central de los Católicos Alemanes -grupo asesor de la Conferencia Episcopal- y pertenece también al consejo diocesano del Arzobispado de Friburgo. Ello le ha valido para meterse en el bolsillo a los votantes tradicionales de la CDU, desencantados con la política regional y local de la formación -que regía ese land desde la Segunda Guerra Mundial y sumida en la visión bipolar de Berlín en materia nuclear-, pero igualmente encandiló a los adolescentes y jubilados que acudían a sus mítines y concentraciones.

Este veterano profesor de biología, química y, sobre todo, ética inició su carrera ascendente el pasado año con la polémica sobre la construcción de una nueva estación central de ferrocarril en Stuttgart, que defiende a ultranza la CDU pese a la fuerte oposición popular. "Vamos a cambiar la política y asumiremos el prometido camino de la sociedad ciudadana", proclamó tras su éxito el primer político verde germano que asumirá el gobierno de un estado federado. Quien era su rival, Stefan Mappus -que ya ha dimitido-, miembro reconocido del lobby nuclear, asumía a regañadientes la moratoria nuclear del gobierno para la ley que prolonga la vida de las centrales nucleares y ordenaba desactivar dos de las cuatro plantas en su land. Por su parte, Kretschmann defiende un "abandono a velocidad turbo" de la energía atómica hasta 2017, como muy tarde, y convenció con su frecuente irrupción en debates de posicionamiento moral que van desde los riesgos de la investigación genética a la educación de religión islámica en los colegios, o la cuestión de si las mujeres musulmanas pueden dar clase con un pañuelo en la cabeza.

"Toca mantener los pies firmes en el suelo. La revolución verde no es una utopía, sino una realidad en la que conviven sensatez ecológica y razón económica. Dos conceptos que no están reñidos", aseveró Cem Özdemir, copresidente de Los Verdes junto a la bávara Claudia Roth, exultantes como Kretschmann. Es más, este triunfo disparó las especulaciones sobre una designación como candidato a canciller de Özdemir. Bajo el impacto de Fukushima, ellos representan el rechazo frontal a una energía no siempre controlable. Lo verde limpia y da esplendor.