Vitoria. Maider Unda cruza los dedos para que dentro de dos semanas aparque la muleta que lleva consigo tras su lesión de rodilla, para no perder ni un día más del combate por los Juegos Olímpicos de Londres 2012, de donde espera volver con una medalla. No sería la primera ocasión en conseguirlo. "Llegar a la élite no es fácil, pero hay que saber aguantar la presión sin jugar sucio".
¿Qué puede hacer un deportista de élite para dar ejemplo en la prevención de la violencia?
Cuidar la imagen para transmitir la deportividad a la gente joven. Llegar a lo alto tiene un precio, hay que saber aguantar la presión. Los que llegan saben respetar al rival, sin perder los papeles.
¿Hay alguna figura del deporte que fomente la agresividad en exceso?
Cristiano Ronaldo, por el desprecio al resto de jugadores, que es al final un valor negativo que fomenta la violencia. La chulería no hace al grupo y eso a la larga es un virus.
¿La lucha es un deporte violento?
Para nada. Yo creo que si la lucha está bien enseñada, es un deporte que te enseña a respetar a tu compañero y rival.
¿A quién corresponde fomentar la deportividad?
La figura del entrenador es fundamental, hay que respetarla por encima de todo. Él es el encargado de inculcarle los valores que le va enseñar el deporte, como el juego limpio y el compañerismo.
¿Cómo se evita que los padres inculquen agresividad?
Yo soy partidaria de que los padres no vayan al principio a verles porque crean esas actitudes violentas cuando pretenden que el niño sea un figura en cuanto empieza a competir. Lo importante es que aprendan que es un juego. Tu compañero es el que te va a ayudar a superarte porque la primera barrera eres tú.
Hay veces que los árbitros no median para evitar la violencia...
¡Qué te voy a contar! En mi deporte no son del todo imparciales. También he visto a muchos que pierden los papeles y son los que tienen que dar ejemplo. Las sanciones son para todos los que traspasen los límites.
¿Qué llaves ilegales le han hecho sus rivales que recuerde con frustración?
Por ejemplo, tirarme de los pelos y estar quejándome y quejándome y ver que el árbitro no hace nada. La más dura fue cuando me rompieron de un cabezazo el pómulo.
¿Y qué hizo el árbitro?
Nada, me caí redonda y dijo: "médico, médico". Por eso, charlas como esta son buenas para todos los profesionales del deporte.
¿Ha pensado ya que hará después de Londres?
Si consigo la medalla, no lo sé. Quiero parar y ser madre. Y luego ya veré.
¿Se plantea ser entrenadora?
Primero ejerceré de madre, ¡que no es poco! Tengo el carné de entrenadora, pero lo veo aparcadito. Es duro porque hay muchos niños hoy en día contestones y si les dices algo, viene el padre a protestar. Hay una carencia de valores en estas generaciones, como la falta de constancia. Yo siempre digo que la mejor educación es el deporte, te enseña todo lo que te da la vida. Aporta disciplina y a hacer frente al día a día. Te ayuda a madurar y a saber a tomar decisiones.