Vitoria. Repsol, principal suministradora de las cuatro localidades alavesas donde se ha disparado la factura de gas propano, insiste en que todas sus mediciones son correctas. Por ello, la petrolera sugiere que en los polémicos recibos de diciembre no hubo nada fuera de lo normal pese a los precios que hasta duplicaban los pagados un año antes. Al menos, así lo aseguró ayer el delegado de la compañía, Miguel Palacio, en la reunión que mantuvo con el diputado de Equilibrio Territorial, Iñaki Nafarrete, y con la comisión de alcaldes afectados, formada por los primeros ediles de Labastida, Urkabustaiz, Artziniega y Zigoitia.

Durante el encuentro, Repsol también dio su permiso a la Diputación para analizar los depósitos en los puntos donde se crea conveniente certificar la calidad del combustible, circunstancia argüida desde el ente foral para explicar el repunte desorbitado de los precios del propano en varias localidades alavesas. Pese a esta buena disposición, los deseos iniciales del Palacio de la Provincia tienen difícil ejecución. Sobretodo, si se tiene en cuenta que dos de las cinco catas que pidió revisar ya han sido recargadas, por lo que es imposible constatar anomalías en el material original.

Ante esta situación, Nafarrete solicitó a Repsol el historial de consumo de los dos últimos años en las instalaciones alavesas. Unos datos que se podrían contrastar con los que el Gobierno Vasco se ofreció a facilitar el jueves pasado. Pero sería en caso de que ya estuviesen en su poder, dado que, de momento, aún no se han enviado.

Para evitar que estos problemas se repitan, el diputado exigió que "de alguna forma esta situación ha de regularizarse", a lo que tampoco la suministradora se negó, pero sin llegar a concretar cómo. Las únicas catas que se han realizado hasta la fecha corrieron a cargo del Departamento de Industria del Gobierno Vasco en Murua, Izarra y Murgia. Según Lakua, no había motivos para recelar del producto. Pero la explicación no satisfizo a Nafarrate, quien se muestra convencido de que "el problema está en la calidad, no en los contadores". En ese sentido, recordó que hay 15.000 alaveses afectados y que, a pesar de la subida de precios que ha experimentado el gas licuado, no hay razón aparente que justifique que todas las quejas sean de clientes de Repsol y sólo durante diciembre y enero. A la Diputación le sorprende que se hallan rellenado algunos tanques con dos tercios de carga cuando lo habitual es con un tercio.