viena. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó ayer que el nivel de gravedad del accidente en la planta nuclear japonesa Fukushima ha sido elevado de 4 a 5 para los reactores 1, 2 y 3; y sigue en 4 para el reactor 4.
Las autoridades niponas establecieron esas estimaciones, dentro de la Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos (INES, por su siglas en inglés), de entre 0 y 7, precisó el OIEA en un comunicado.
En la nota, el órgano de la ONU, que instó a Japón a proveerle con un flujo más eficaz de información, publicó un "sumario" de lo ocurrido en este grave accidente, así como del estado de los reactores y las medidas de protección para la población. "Situados en la costa oriental de Japón, cada uno de los seis reactores nucleares en Daiichi es un reactor de agua en ebullición (BWR, por sus siglas en inglés)", detalla el resumen. Según la información proporcionada al OIEA, las barras de control se insertaron correctamente en los núcleos de esos reactores, poniendo fin a la reacción en cadena.
Los demás reactores (4, 5 y 6) estaban ya parados, pues previo al terremoto se había activado su detención para proceder a tareas rutinarias de mantenimiento.
Luego, los motores diesel de emergencia, previstos como alternativa para ponerse en funcionamiento inmediatamente después de cualquier eventual pérdida del suministro eléctrico de la planta, comenzaron a proveer energía a las bombas del sistema de circulación del refrigerante de los seis reactores.
Pero "poco después del terremoto, un gran tsunami arrasó el lugar donde se encuentra la planta y dañó los motores de emergencia. Si bien algunas baterías permanecieron operables, la instalación entera perdió la capacidad de mantener de forma adecuada las funciones de refrigeración y circulación del agua", se explica en la nota. Tras describir los daños y el estado en los reactores, el OIEA resalta que se procedió a la evacuación de la población en una zona de 20 kilómetros de radio alrededor de Fukushima. Además, se instó a la población residente en un radio de hasta 30 kilómetros a permanecer en recintos cerrados y se recomendó a las autoridades "ordenar a la población evacuada de la zona de 20 kilómetros alrededor de Fukushima 2, la ingestión de yodo estable (no radiactivo)".