Tokio. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó ayer la presencia de yodo radiactivo en productos alimenticios en la prefectura de Fukushima, la región donde se encuentra la planta nuclear seriamente dañada por el devastador tsunami que siguió al terremoto de la semana pasada. El último balance del desastre habla de 3.676 muertos y 7.558 desaparecidos.
El órgano de la ONU precisó que la contaminación fue confirmada por el ministerio japonés de Sanidad, Trabajo y Bienestar, y que, "de acuerdo a los últimos datos", se trata de productos contaminados hallados en las tareas de medición entre el 16 y 18 de marzo.
"Hasta la fecha, ningún otro isótopo radiactivo (además del yodo) ha mostrado un incremento en el análisis de productos alimenticios cerca de Fukushima", afirmó el OIEA en un comunicado. También recordó que, si bien el yodo radiactivo tiene una vida corta de cerca de 8 días y luego su radiactividad decae naturalmente en cuestión de semanas, "hay un riesgo a corto plazo para la salud humana" si es absorbido por el cuerpo. Su ingestión puede perjudicar a la tiroides, peligro que afecta sobre todo a los niños y jóvenes.
Por otra parte, las autoridades japonesas informaron de que fueron detectados niveles de yodo radiactivo superiores a los permitidos legalmente en el agua corriente de una localidad de la prefectura de Fukushima, en unas muestras tomadas el pasado jueves.
El Ministerio de Sanidad también informó de niveles de radiación superiores a lo permitido en la leche recogida de la localidad de Kawamata, que está a 45 kilómetros de la central de Fukushima.
El Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología también informó de que se detectó radiación en el agua corriente de Tokio y sus inmediaciones. En concreto, se detectaron pequeñas cantidades de yodo y de cesio radiactivo.
En Maebashi, prefectura de Gunma, se detectaron el viernes 2,5 becquerelios de yodo y 0,38 becquerelios de cesio por kilogramo de agua. Se trata de la primera vez que el gobierno de Gunma detecta estas sustancias desde que comenzó a realizar análisis del agua en 1990.
Como medida de prevención, las autoridades japonesas dieron el pasado día 16 la orden de repartir tabletas y jarabe de yodo no radiactivo a la población evacuada de la zona que comprende 20 kilómetros de radio alrededor de la planta Fukushima. La ingestión de estos medicamentos de yodo estable puede prevenir la acumulación del yodo radiactivo en la tiroides.
También se prohibió la venta de todos los productos alimenticios provenientes de la prefectura de Fukushima, como segunda medida.
El jefe de Gabinete del Gobierno nipón, Yukio Edano, reconoció que las espinacas recogidas en la prefectura de Ibaraki presentan un contenido radiactivo superior a lo estipulado por la Ley de Higiene Alimentaria. También aseguró que el nivel de radiación hallado en las espinacas equivale a sólo una quinta parte de la cantidad que recibiría un ser humano durante un escáner exploratorio de rayos X. Para recibir esta misma cantidad de radiación, una persona tendría que beber durante un año la leche contaminada descubierta en Fukushima-1.