vitoria. El director general de Osakidetza, Julián Pérez Gil, explicó ayer que su equipo pondrá en marcha este año un plan dirigido a estabilizar las listas de espera para tratar de evitar que éstas aumenten, a pesar del incremento de la demanda estimado entre un 2 y un 3,5%.
Según señaló ante la Comisión de Sanidad del Parlamento, el plan da prioridad a los recursos públicos, aboga por su optimización y está enfocado a "asegurar la sostenibilidad del sistema", por lo que establece los mismos objetivos de demora de espera media máxima del año 2010. De esta forma, para las listas de espera quirúrgica, el objetivo marcado vuelve a ser de 55 días como máximo de demora media (el pasado año cerró con 52,4 días). Las previsiones apuntan a que la demanda aumente en un 3%, lo que supone que se intervendrá a 110.000 pacientes. Para poder cumplir el mismo objetivo, pero con mayor demanda, el plan contempla medidas, entre las que destacan la apertura de nuevos quirófanos, incrementar las jornadas ordinarias y extraordinarias de tarde o mantener un nivel de colaboración para la externalización de procesos con clínicas privadas.
Asimismo, plantea la creación de una oficina técnica de gestión de las listas de espera, con funciones de coordinación, control y seguimiento de los objetivos marcados. En cuanto a las consultas externas, la espera media máxima se fija en 30 días, con una previsión de aumento de la demanda del 2%.
Para ello, se aumentará la actividad de tarde en las consultas, se extenderá la "teleconsulta" o se realizarán más procedimientos en atención primaria. A largo plazo, entre otras medidas, se incrementará la capacidad de formación de los médicos internos residentes (MIR).
En lo que respecta a pruebas complementarias, el objetivo es que la demora media se quede por debajo de los 30 días, con una previsión de aumento de la demanda del 3,5%. Para lograr este objetivo, se aumentarán los equipamientos de endoscopia digestiva y los ecógrafos y se mantendrá la autoconcertación.