MADRID. Tras presentar su conferencia "From Homeless to Harvard" en el teatro Alcázar de Madrid, donde ha llegado de la mano de la Fundación International Studies, Murray ha explicado parte de su historia personal, en la que reconoce que "ha habido momentos especialmente duros, de mucho dolor".
Su vida, de sobra conocida en Estados Unidos, salta ahora más allá de esas fronteras por sus conferencias y, sobre todo, el libro "Breaking Night" ("Rompiendo la noche"), donde cuenta su infancia en el Bronx, "en una casa en la que la máxima preocupación era si podrían cenar, tendrían electricidad o ropa".
Tanta pobreza porque sus padres "gastaban el dinero en drogas", aunque el amor y el cariño también estaban presentes en aquel hogar. "Eran muy cariñosos -advierte a pesar de todo-, mi madre solía compartir sus sueños conmigo, me hablaba, tocaba mi cara y me decía que me quería".
Murray, nacida en septiembre de 1980, recuerda que era una adolescente cuando su madre tuvo que ser hospitalizada enferma de Sida y ella se convirtió en una "homeless" (sin techo) junto con su hermana y su padre, quien también había contraído el VIH.
En aquella etapa nació el título de su libro, "Breaking Night", un término coloquial utilizado en Nueva York, en el Bronx, "cuando pasas toda la noche despierto hasta que amanece".
Murray pasaba aquellas noches con otros "sin techo" que, como ella, eran conscientes de su situación cuando los primeros rayos de luz les hacían decir: "Hemos roto la noche". Con el tiempo, al escribir el libro, pensó que "no había mejor título".
Cuando tenía 16 años su madre murió y ese hecho, "aunque suene extraño, me cambió el alma", afirma, y añade que le hizo darse cuenta de que "la vida es corta y preciosa, un regalo".
Su madre le había enseñado a que fuera agradecida con las cosas que tenía en lugar de quejarse de las que le faltaban. "Eso me abrió el corazón y me inspiró", recalca la joven neoyorquina.
Se centró entonces en sus estudios, y llegó a conseguir una beca para ir a la prestigiosa Universidad de Harvard, donde en 2009 se graduó en Psicología; reconoce que no fue fácil sentarse a estudiar cuando todavía no había procesado la pérdida de su madre y la enfermedad de su padre.
En su libro ha incluido la frase "no dejes que lo que no puedes hacer interfiera en aquello que puedes hacer" -del entrenador de baloncesto John Wooden- porque resume la filosofía de vida que Murray quiere transmitir.
Y en lo personal, no cabe mayor elocuencia: la escritora planea para el próximo año su matrimonio con James, su novio de toda la vida, y "tener una gran familia, una casa con risas, ruido, vida y muchos niños".